Es punto de encuentro entre dos continentes -África y Europa- y entre dos mares -el Mediterráneo y el océano Atlántico-, objeto de disputa entre dos países -España y el Reino Unido-, pero también el hogar de 30.000 habitantes que hablan un dialecto único, de los únicos monos en libertad de Europa, de uno de los aeropuertos más peculiares del mundo y sobre todo es un lugar de encuentro de culturas.
Este sábado 13 de julio se cumplen 300 años del tratado por el que España cedió Gibraltar a Reino Unido.
El enclave de alrededor de seis hectáreas de extensión –poco más del doble de Central Park de Nueva York- pasó a manos británicas en 1713, cuando España lo cedió por el del Tratado de Utrechtt, que puso fin a la larga Guerra de Sucesión y llevó a los Borbones a la corte de Madrid.
Dejando de lado las disputas sobre la soberanía por las que se suele hablar de Gibraltar, BBC Mundo le presenta algunos aspectos curiosos e interesantes de este pequeño territorio británico situado en el sur de la Península Ibérica que está rodeado por el mar Mediterráneo, el océano Atlántico y Andalucía.
[accordion auto_height=”false” ui_theme=”ui-smoothness” collapsible=”0″ active=”0″][accordion_panel title=”1. El llanito, el espanglish de Gibraltar“]Puede que usted hable español e inglés con fluidez, pero es probable que si escucha a un gibraltareño hablando llanito (también escrito yanito) se quede desconcertado.
El llanito, que además del idioma es como se llama coloquialmente a los habitantes de Gibraltar, combina las palabras y estructuras del español -con un marcado acento andaluz- con las del inglés británico, la lengua oficial.
“El idioma se originó cuando un inglés y un español no se entendían y las palabras que se decían se iban corrompiendo”, explica el historiador gibraltareño Tito Vallejo Smith, autor del Diccionario Llanito.
Así, las nuevas palabras que se han ido creando en las calles de Gibraltar generalmente no las entienden ni un español ni un inglés.
“Las tuberías en llanito son piperías (del inglés pipe y el español tubería). Ahí tienes: pipería”, explica entre risas Vallejo Smith en conversación con BBC Mundo.
Pero además de vocablos como tipá -tetera (en inglés tea pot)- o chinga -chicle (en inglés chewing gum)-, el llanito también tiene expresiones propias como “stop giving me the tin”, que literalmente equivaldría a una mal traducida “deja de dar lata” o “deja de molestar”.
Una palabra curiosa que ha recopilado Vallejo Smith en su Diccionario Llanito es “chachi”, que, aunque en desuso, también se utiliza en España para definir algo muy bueno. Según el historiador, el vocablo viene de la época posterior a la Guerra Civil española “cuando en Gibraltar había mucha abundancia y en España había mucha hambre y se llevaban toda la comida para allá”.
Por eso, explica, “todo lo bueno venía del (entonces primer ministro británico Winston) Churchill”, que al ser pronunciado los hispanohablantes entendían “chachi”. “Y claro de ahí surgió el chachi: esto es de chachi, esto está chachi”, apunta.
El diccionario de la Real Academia Española recoge el término pero no indica su procedencia. Otras teorías indican que su origen está en el caló, el lenguaje de los gitanos en España.
Además, por la historia del territorio, el llanito tiene influencias de otros idiomas como el italiano -particularmente del genovés-, el hebreo, el francés, el caló (gitano), el portugués y el árabe.
“Gibraltar es una especie de América pequeñita. Aquí hemos tenido a gente de todo el Mediterráneo literalmente. Almirantes que venían de Italia, de Francia, de Portugal para irse a América y decidían quedarse aquí” y dejaban su influencia en el lenguaje, afirma Vallejo Smith.
El historiador advierte que el llanito no es igual que el espanglish, el idioma que se habla en Puerto Rico y en los barrios hispanos de Estados Unidos.
Pero lamenta que cada vez se habla menos por comodidad: “Las personas se están volviendo gandulas. Como sabemos bien los dos idiomas -el español y el inglés- pues lo que se habla es una especie de espanglish. Dices la palabra que te viene a la mente antes. Y eso se está cargando el llanito propio. La necesidad que había antes de crear palabras propias y corromperlas se está acabando”. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”2. ¿Por qué Gibraltar parece un pueblo genovés?“]Ventanas con persianas verdes y azules, fachadas de colores pastel, puertas con arcos… En algunos rincones de Gibraltar uno podría sentirse transportado a un pueblo genovés, en el norte de Italia.
El visitante no encontrará en esta ciudad las calles estrechas de casas encaladas típicas de Andalucía. Tampoco las casas victorianas de ladrillo y chimeneas humeantes propias de una población británica.
El aire ligur de Gibraltar responde a la influencia de una de las comunidades más antiguas y numerosas del territorio.
En 1753, el 34% de la población local era de origen genovés, el grupo más numeroso de la ciudad en aquella época. Existen varias explicaciones a esta migración: intereses comerciales, pesqueros y el hecho de que Gibraltar era una escala común en el viaje hacia América.
Incluso hoy en día, los apellidos italianos suponen el 20% del censo. Y algunos de esos nombres llegaron a ser ilustres.
El actual gobernante, Fabian Picardo, es uno de ellos. También los son la ex Miss Mundo Kaiane Aldorino y el diseñador de moda John Galliano.
En este sentido, la influencia en el plano arquitectónico parece lógica.
“Después del gran asedio de 1779 y 83, el pueblo de Gibraltar fue arrasado por los cañonazos de los españoles, por las baterías de La Línea. Entonces, la ciudad fue arrasada y estaba en ruinas. Entonces vinieron de Génova una familia, los Moschetti, que eran arquitectos, eran albañiles y el gobernador les dio la misión de edificar el pueblo de nuevo. Entonces introdujeron la influencia italiana”, cuenta Tito Vallejo. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”3. Los únicos monos en libertad de Europa“]Gibraltar presume de ser el único lugar de Europa donde se encuentran monos en libertad.
Los alrededor de 200 ejemplares de macacos gibraltareños, también conocidos como monos de Berbería, son una de las principales atracciones turísticas del Peñón.
Las teorías sobre su origen son diversas: desde la leyenda local que dice que llegaron de Marruecos por un túnel subterráneo bajo el Estrecho de Gibraltar del que nunca ha habido evidencias hasta la que dice que les trajeron de su hábitat original en el norte de África durante la ocupación árabe de la Península Ibérica entre los años 711 y 1492 o la hipótesis de que los trajo el ejército británico después de tomar el Peñón en 1704.
En 2005, un estudio del Instituto Antropológico de la Universidad de Zurich (Suiza) dio pistas científicas sobre su origen al revelar que la colonia de macacos de Gibraltar fue fundada por ejemplares procedentes de dos poblaciones distintas de Argelia y Marruecos.
Lo cierto es que la vida de estos pequeños mamíferos está unida a la del Peñón: el cronista Alonso Hernández de Portillo los definió en sus escritos de principios del siglo XVII como los “verdaderos dueños de la roca” y, según un dicho gibraltareño, los británicos sólo dejarán Gibraltar cuando los monos se vayan.
Durante la Segunda Guerra Mundial su número se redujo considerablemente, así que quizás para no tentar las creencias populares y para subir la moral de las tropas británicas, el primer ministro británico Winston Churchill ordenó llevar más monos de Marruecos y Argelia para que la población no cayera. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”4. Una roca con 52 km de túneles“]Que una roca, el Peñón de Gibraltar, tenga 52 kilómetros de túneles, puede parecer sorprendente.
Pero dada la pequeña extensión de Gibraltar (cinco kilómetros de largo y uno de ancho), gran parte de su infraestructura es subterránea.
Durante la Segunda Guerra Mundial llegó a haber una verdadera ciudad bajo tierra con kilómetros y kilómetros de túneles, depósitos de agua y combustibles, generadores de electricidad, servicios telefónicos, carnicerías, panaderías e incluso hospitales.
“Los ingleses se enteraron que había un plan de invasión por los alemanes y Gibraltar siendo tan pequeñito dijeron: aquí no nos podemos quitar del medio cuando empiecen los bombardeos, nos tenemos que meter bajo tierra”, explica el historiador Tito Vallejo Smith.
Así, tras evacuar a mujeres, niños y ancianos, empezaron a hacer túneles dentro del peñón para que toda la guarnición militar se protegiera. Según explica Vallejo Smith, todo estaba diseñado “para aguantar nueve meses sin depender de nadie”.
Además, buena parte de la tierra que se quitó para excavar los túneles se tiró al mar y se usó para construir la pista de aterrizaje que fue clave para la invasión del norte de África durante la guerra. “Gibraltar se convirtió como en un portaaviones gigante”, dice el historiador.
Hoy en día buena parte de los túneles están cerrados, otros siguen siendo de uso exclusivo del ejército británico, mientras que otros se usan con fines civiles como el almacenamiento de agua o combustibles.
“Todo lo tenemos dentro del peñón, el petróleo, la gasolina.. Desde fuera no se ven esas cosas, pero dentro es otro mundo”, afirma Vallejo Smith. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”5. El aeropuerto en el que los aviones cruzan una carretera“]Gibraltar es tan pequeño que cuando uno cruza la frontera por la única carretera que conecta al enclave con España no tiene más remedio que atravesar la pista de aterrizaje del aeropuerto.
Un semáforo se pone en rojo en el momento en que un avión aterriza y obliga a esperar a quienes quieren acceder a la ciudad.
En ocasiones, la llegada de un avión provoca largas colas de autos a la entrada y a la salida de la roca.
La pista, literalmente atraviesa el istmo que une la pequeña península gibraltareña a tierra firme y parte de ella se encuentra en terrenos ganados al mar.
Existe un proyecto de construcción de un túnel de 350 metros bajo la pista de aterrizaje que permita la circulación del tráfico mientras llegan los aviones. Aunque las obras se han aplazado en varias ocasiones, las autoridades esperan que la infraestructura esté en funcionamiento en 2015.
El aeropuerto fue construido durante la Segunda Guerra Mundial, pero su uso fue militar hasta que en 2006, España y el Reino Unidos acordaron las condiciones para la operación de vuelos civiles.
La página web del Aeropuerto de Gibraltar asegura que se trata del aeródromo más cercano a la ciudad a la que sirve, ya que se encuentra a sólo 500 metros del centro urbano.
También apunta que el aterrizaje en él es uno de los más peligrosos del mundo. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”6. Capital mundial de las apuestas online“]Según la Cámara de Comercio de Gibraltar, junto con el turismo, los servicios financieros y las actividades navales, las apuestas en línea son uno de los cuatro pilares de la economía gibraltareña.
Atraídas por los beneficios fiscales e impositivos, muchas compañías de juegos y apuestas online eligieron a principios del siglo XXI este pequeño enclave al sur del Mediterráneo para sentar su base de operaciones.
Eso le llevó a convertirse en uno de los principales centros de operaciones de las apuestas en línea.
Pero el juego se convirtió en objeto de polémica, especialmente con la vecina España, porque las compañías domiciliadas en el territorio, pero que desarrollaban sus negocios fuera de él, no pagaban impuestos y durante años, algunos organismos -como la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) hasta 2000- incluyeron a “la roca” en las listas internacionales de paraísos fiscales.
Sin embargo, esta situación cambió en los últimos años y en 2011 el gobierno local introdujo un nuevo impuesto del 10% a las empresas.
La actividad es tan importante para la economía local que el gobierno gibraltareño tiene incluso un Ministerio de Servicios Financieros y Apuestas.
Y, según datos de 2012, el sector emplea a unas 2.000 personas, lo que equivale al 10% de la población activa de Gibraltar. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”7. ¿Es la mayor ‘colonia’ británica en España?“]Los nacidos en Gibraltar son considerados ciudadanos británicos.
La población del enclave se acerca a los 30.000 habitantes, según datos oficiales. Esto hace de Gibraltar la ciudad con mayor número de habitantes de esa nacionalidad en la Península Ibérica.
Sin embargo, el número de británicos residentes en España -más de 312.000- excede con creces la población gibraltareña.
Tras rumanos y marroquíes -ambas comunidades con casi 800.000 miembros-, ecuatorianos y británicos -con una población similar- son el tercer y cuarto grupo de extranjeros en España.
La provincia de Alicante, en el sureste español, es la que alberga a la mayor colonia de residentes de ese origen, con más de 130.000 británicos.
En esa zona, algunos pueblos llegan constituir verdaderos “pequeños Reinos Unidos” diseminados, especialmente, por la costa mediterránea.
Quizá el ejemplo más extremo es Rojales, un municipio de poco más de 20.000 habitantes, donde más del 70% de la población es extranjera y el 40%, británica. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”8. ¿Por qué Gibraltar era el límite del mundo conocido?“]Las columnas de Hércules, según la mitología griega, marcaban el límite del mundo conocido. Con esta expresión se referían los navegantes de la Antigüedad a los dos montes que flanquean el estrecho de Gibraltar.
De acuerdo con la leyenda, el mismo semidiós habría colocado un pilar a cada lado del canal de 15 kilómetros de ancho que separa Europa de África.
“El Peñón de Gibraltar es una de ellas. La otra está en la montaña al otro lado del estrecho. Mons Abila, que la llamaban los romanos. Los árabes la llaman Jebel Musa”, le cuenta Tito Vallejo a BBC Mundo.
Más allá de Gibraltar, hacia el este, el Mediterráneo se convierte en el Océano Atlántico. Y para los navegantes antiguos ese era el punto a partir del cual no convenía adentrarse: el “non plus ultra”, en latín, o “no más allá”.
En el siglo XVI, el rey Carlos I de España adoptó esa expresión como lema personal, pero le cambió el sentido: el “non plus ultra” se transformó en “plus ultra”.
Hacía pocas décadas que embarcaciones castellanas habían llegado hasta las costas de América y la navegación oceánica era un desafío cada vez menor.
En la actualidad, el escudo de España tiene una columna de Hércules a cada lado y una cinta con las palabras “plus ultra” se entrelaza entre ellas.
Para algunos podría resultar paradójico que una de ellas se encuentre en suelo británico y la otra en territorio marroquí. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”9. La comunidad judía más antigua de la península“]Durante casi 300 años, Gibraltar albergó la única comunidad judía de la Península Ibérica.
En 1492, los judíos fueron expulsados de España por orden de los reyes Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, conocidos como los Reyes Católicos.
Ese edicto de expulsión solo fue derogado en 1992, 500 años después.
“La mayoría huyó al sur y muchos se fueron a Marruecos. Eso fue el comienzo de la comunidad sefardí que se extendió por todo el Mediterráneo”, le cuenta a BBC Mundo Sharman Kadish, directora de la asociación Jewish Heritage de Reino Unido y autora del libro Herencia judía en Gibraltar.
Sin embargo, casi desde el primer momento de la ocupación británica, una comunidad de esta confesión se instaló en el territorio.
“Cuando Gibraltar fue conquistado por los británicos. Una de las condiciones que impusieron los españoles al tratado de Utrecht fue que no se permitiera el regreso de los judíos y los moriscos. Pero los británicos miraron a otro lado y permitieron la instalación de mercaderes judíos, que les eran útiles. Así regresaron a la roca y las sinagogas se fundan en el siglo XVIII”, apunta Kadish.
En el momento en que se constituyó la primera sinagoga, a mediados del siglo XVIII, la comunidad judía gibraltareña contaba con cerca de 600 miembros, casi un tercio de la población civil de la época.
“Muchos de ellos procedían de Tetuán, en Marruecos, donde habían llegado dos siglos antes”, comenta Kadish.
En la actualidad, los judíos son aproximadamente 600, cerca del 2% de la población de la roca.
Aunque su número pueda parece pequeño, durante siglos fueron los únicos representantes en la Península Ibérica de una comunidad que antes de su expulsión llegó a tener entre decenas de miles de miembros. [/accordion_panel] [accordion_panel title=”10. ¿Por qué Gibraltar tiene una ‘Bahía de los catalnes’?“] Hoy en día es una de las playas más tranquilas y turísticas de Gibraltar, pero durante la Guerra de Sucesión, concretamente en agosto de 1704, la denominada “Bahía de los catalanes” fue el escenario del desembarco de un batallón de 350 soldados de ese origen que llegaron para luchar junto a los ingleses contra castellanos y franceses.
Y aunque en 1713 el Tratado de Utrechtt marcó la cesión de Gibraltar al Reino Unido, la Bahía mantuvo ese nombre en honor al regimiento de catalanes.
En el siglo XIX, sólo los pescadores, la mayoría de ellos descendientes de genoveses, podían vivir en la bahía y para ello requerían un permiso otorgado por el gobernador.
Actualmente buena parte de los habitantes de esa bahía, también conocida como la Caleta, son descendientes de esos pescadores genoveses. [/accordion_panel] [/accordion]
BBC