Creado como una institución de rango cultural, científico, filosófico y literario, el Colegio Nacional cumple este año siete décadas de enriquecer y ampliar la cultura de los mexicanos, conforme a los objetivos para los cuales fue fundado el 8 de abril de 1943.
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) recuerda que el interés de crearlo fue impartir enseñanzas al alcance de todos.
Según el decreto firmado por Manuel Ávila Camacho, el 8 de abril de 1943, el organismo parte de la premisa de que uno de los procedimientos más eficaces para afirmar la unidad nacional mexicana era enriquecer y ampliar la cultura nacional, entre otras formas, agrupando en un colegio a los más destacados valores en la filosofía, la ciencia y las artes.
En funciones desde el 15 de mayo de ese mismo año, el Colegio tuvo como miembros fundadores al novelista Mariano Azuela, el arqueólogo Alfonso Caso, el filósofo Antonio Caso, el músico Carlos Chávez, los educadores José Vasconcelos y Ezequiel A. Chávez.
También al cardiólogo Ignacio Chávez, el poeta Enrique González Martínez, el biólogo Isaac Ochoterena, el geólogo Ezequiel Ordóñez; los pintores José Clemente Orozco y Diego Rivera, el humanista Alfonso Reyes, el físico Manuel Sandoval Vallarta y al oftalmólogo Manuel Uribe Troncoso.
Su propósito general, destaca un comunicado, sería impartir, a cargo de hombres eminentes, “enseñanzas que representen la sabiduría de la época, esforzándose porque el conocimiento especializado de cada una de las cátedras concurra, fundamentalmente, a fortalecer la conciencia de la nación, perpetuada en generaciones sucesivas de personas relevantes por su ciencia y virtudes”.
El lema del Colegio será “Libertad por el Saber”, dice el documento publicado en el Diario Oficial de la Federación, y se usará como distintivo un escudo formado por un águila en actitud de arrancar el vuelo, símbolo de la libertad del pensamiento, sobre un sol de fuego, representación de la luz de la sabiduría, el cual fue diseñado por José Clemente Orozco.
Años después, en 1971, Luis Echeverría Álvarez emitió un decreto de ampliación en el cual se aumentaba a 40 el número de miembros de El Colegio Nacional. Se daba la opción a los miembros de cumplir con sus obligaciones de divulgación fuera de la Ciudad de México y se establecía que, para aquellos que fuesen mayores de 70 años, dichas actividades no serían obligatorias, sino potestativas.
También se admitía como miembros a quienes fuesen mexicanos por naturalización, con la condición de que tuvieran al menos 10 años de haber adquirido la nacionalidad.
En 1995 el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León modificó el artículo primero del decreto de ampliación de 1971, para permitir que mexicanos por naturalización pudieran integrarse a El Colegio Nacional sin importar la fecha en la que hubieren efectuado su cambio de nacionalidad.
Hace 20 años, el doctor Adolfo Martínez Palomo, presidente en turno del Colegio Nacional, recordó que a lo largo de su historia, la institución “ha conservado el saber del pasado, ha discutido el conocimiento del presente y ¿por qué no?, ha analizado la planeación racional del futuro”.
Desde su fundación han sido parte del Colegio, entre otros, los desaparecidos Ignacio González Guzmán (1898-1972), Manuel Toussaint Ritter (1890-1955), Arturo Rosenblueth Stearns (1900-1970), Antonio Castro Leal (1896-1981), Jesús Silva Herzog (1892- 1985), y Gerardo Murillo Cornado (Dr. Atl) (1875-1964), renunció el 7 de mayo de 1951.
Daniel Cosío Villegas (1898-1976), Samuel Ramos Magaña (1897-1959), Agustín Yáñez Delgadillo (1904-1980), Jaime Torres Bodet (1902-1974), Guillermo Haro Barraza (1913-1988), Manuel Martínez Báez (1894-1987), Eduardo García Máynez (1908-1993), José Ádem Chaín (1921-1991) y José Villagrán García (1901-1982).
También Víctor Luis Urquidi Bingham (1919-2004), renunció el 1 de enero de 1968; Antonio Gómez Robledo (1908-1994), y Octavio Paz Lozano (1914-1998).
De 1971 a 2011 ingresaron los también fallecidos Ignacio Bernal (1910-1992), Rubén Bonifaz Nuño (1923-2013), Antonio Carrillo Flores (1909-1986), Ramón de la Fuente (1921-2006), Carlos Fuentes (1928-2012), Alfonso García Robles (1911-1991), Marcos Moshinsky (1921-2009) y Jesús Romo (1922-1977).
En la lista también figuran Emilio Rosenblueth (1926-1994), Fernando Salmerón (1925-1997), Carlos Casas Campillo (1916-1994), Jaime García Terrés (1924-1996), Bernardo Sepúlveda (1912-1985), Leopoldo García-Colín Scherer (1930-2012), Luis González y González (1925-2003) y Salvador Elizondo Alcalde (1932-2006).
Además de Antonio Alatorre Chávez (1922-2010), Gustavo Cabrera Acevedo (1932-2002), Marcos Mazari (1925-2013), Eduardo Mota (1942-1995), Beatriz Ramírez de la Fuente (1929-2005), Rufino Tamayo (1899-1991), Donato Alarcón Segovia (1935-2004) y Alejandro Rossi (1932-2009).
Actualmente El Colegio Nacional cuenta con 34 miembros: Julián Ádem Chahín, Francisco Bolívar Zapata, Héctor Fix-Zamudio, Samuel Gitler, Teodoro González de León, Eusebio Juaristi, Enrique Krauze, Jesús Kumate Rodríguez, Luis Fernando Lara, Mario Lavista, Miguel León-Portilla y Linda María Manzanilla Naim.
Adolfo Martínez Palomo, Eduardo Matos Moctezuma, María Elena Medina-Mora, Mario Molina, Octavio Novaro Peñalosa, José Emilio Pacheco, Fernando del Paso, Manuel Peimbert Sierra, Ruy Pérez Tamayo, Arcadio Poveda Ricalde, Luis Felipe Rodríguez Jorge, Vicente Rojo, Ranulfo Romo, Pablo Rudomin y José Sarukhán.
Guillermo Soberón Acevedo, Leopoldo Solís Manjarrez, Diego Valadés, Luis Villoro, Ramón Xirau, Gabriel Zaid y Silvio Zavala.
A la fecha han pertenecido a la institución 91 intelectuales y artistas. Cuenta con seis vacantes que dejaron el filósofo Alejandro Rossi (1932-2009), el lingüista Antonio Alatorre (1922-2010), el novelista y ensayista Carlos Fuentes (1928-2012), Leopoldo García-Colín (1930-2012), el ingeniero Marcos Mazari (1925-2013) y el poeta Rubén Bonifaz Nuño (1923-2013).
México, 29 Jul. (Notimex).