Semblanza
La obra del pintor francés Eugene Boudin, a quien se recordará mañana en su aniversario luctuoso 115, forma parte de importantes colecciones, entre ellas la Carmen Thyssen que expone parte de su acervo en la colectiva “Sisley-Kandinsky-Hopper”.
A través de 54 cuadros -algunos de ellos de Boudin-, la exposición da cuenta de cómo los artistas se han relacionado con su entorno, dejando en claro el valor del paisaje como uno de los ejes principales de las bellas artes, cita el portal de Internet “larazon.es”.
La muestra, que puede ser apreciada hasta el próximo 13 de octubre en el Espai Carmen Thyssen, en España, se dividen en tres salas temáticas: “Trascendencia del realismo”, “Fragmentación de la luz” y “La transformación del color”.
Considerado uno de los precursores del movimiento impresionista, Eugene Boudin nació el 12 de julio de 1824 en Honfleur, Francia; su pasión por el arte pictórico inició a temprana edad, de hecho uno de sus principales inspiradores fue su homólogo Jean-Baptiste-Camille Corot (1796-1875).
De acuerdo con sus biógrafos, en 1853 viajó por el atlántico, desempeñándose como grumete. Su admiración por el mar quedó materializado en decenas de lienzos, en los que realizaba anotaciones sobre las condiciones meteorológicas, la luz y la hora del día.
Su afición por pintar directamente del natural y su fascinación por estudiar los efectos lumínicos sirvieron de modelo al joven pintor Claude Monet (1840-1926), con quien sostuvo una estrecha relación, reseña el portal del Museo Thyssen-Bornemisza.
A los artistas Théodule Ribot, Thomas Couture, Jean-François Millet, Constant Troyon y Eugène Isabey, se les considera como sus principales influencias.
Y es que su primera etapa estuvo enmarcada por la pintura holandesa del siglo XVII y la obra de sus contemporáneos de la Escuela de Barbizon.
Boudin realizó un gran número de obras que tenían como protagonistas a grupos de veraneantes en las playas de Trouville.
En 1874 participó en la primera exposición de los impresionistas en el boulevard des Capucines.
Durante algún tiempo, las obras de Boudin no recibieron reconocimiento, sin embargo, en 1888 el gobierno francés comenzó a comprarlas, a fin de exponerlas en la Galería de Luxemburgo; desde entonces su carrera comenzó a tomar fuerza.
Su creciente reputación lo llevó a realizar viajes regulares a Bélgica, Venecia y Francia, siendo París su residencia.
Al final de su vida, entre 1892 y 1895, realizó tres viajes a Venecia con el objetivo de encontrar nuevos temas de inspiración. En 1895, tres años antes de su muerte, recibió la medalla de oro de la Exposition Universelle.
Durante la última etapa de su vida, Boudin, autor de una vasta obra relacionada con el naturalismo, regresó al sur de Francia con algunos problemas en su salud. Posteriormente, volvió a Deauville, donde murió el 8 de agosto de 1898.
México, 7 Ago. (Notimex)