El monólogo “Espontáneo”, cuya función final será el domingo 1 de septiembre en el Centro Cultural “El Foco” de la colonia Roma en esta ciudad, sirve de escaparate para que el artista escénico Alejandro Pizano brille con luz propia.
La de ayer fue la antepenúltima función de una temporada que transita del 11 de agosto al 1 de septiembre con funciones todos los domingos. Pizano no pudo resplandecer más, porque a él se debe la dramaturgia, dirección y actuación de la obra.
Con escenografía, iluminación y asesoramiento de imagen de la experta Katy Manzano, la propuesta escénica da como resultado, un ramillete de espectadores agradecidos por tener una grato momento de diversión.
“Espontáneo” es un espectáculo para adolescentes y adultos creado con el fin de ser presentado en cualquier lugar, instante y situación, sin tener problemas técnicos o de logística. Un divertimento escénico con el único objetivo de hacer reir y entretener.
Una vez que el público variopinto se instaló, y dada la tercera llamada, halló un espacio vacío, habitado por un personaje, un payaso (clown), quien observó a los espectadores sin saber qué hacer, desnudo de sus emociones, expuesto, con sólo una idea clara en la cabeza.
¿Cuál idea podrá ser? Se preguntan propios y extraños ¿Cuál otra sino divertir a toda esa gente que decidió mirarlo? personas que decidieron aventurarse a conocer ese experimento llamado “Espontáneo”. Una creación que divierte e invita a reflexionar.
Antiguamente, dicen las croniquillas, generación espontánea era una creencia profundamente arraigada descrita por Aristóteles. La observación superficial indicaba que surgían organismos de los lugares húmedos, gusanos del fango, y moscas de la carne podrida.
Así, la idea de que la vida se estaba originando continuamente a partir de esos restos de materia orgánica se estableció como lugar común en la ciencia. Hoy en día la comunidad científica considera que esta teoría está plenamente refutada.
Jugando con esta hipótesis nació “Espontáneo”, que presenta un escenario y un personaje sin nada que hacer, expuestos a las leyes de la naturaleza como parte de un experimento artístico para probar la teoría de que un espectáculo escénico se genera o surge espontáneamente.
Bueno, no tan espontáneamente. Únicamente gracias a la presencia de un público, un actor y un escenario que puede ser un lugar cualquiera. El payaso irá sacando de una maleta los objetos necesarios para desarrollar sus fantasías.
Con elementos circenses y cotidianos creará un espectáculo completo, el cual dejará al espectador con deseos de repetir la experiencia. Y eso es muy cierto, porque el público que asistió ayer a “El Foco” quedó tan feliz y contento, que no faltó quien prometió regresar.
México, 19 Ago. (Notimex).