La exposición rinde homenaje a la mano detrás de David Alfaro Siqueiros
En la exposición “El traidor” Plinio Avila realiza intervenciones y manipulaciones a imágenes y documentos de los acervos de la Sala de Arte Público Siqueiros y el Polyforum Siqueiros, recinto donde la muestra, inaugurada anoche, estará abierta hasta el 12 de septiembre.
Plinio Avila realiza una revisión al archivo apócrifo de Humberto Márquez (1935-2013), asistente de David Alfaro Siqueiros (1896-1974), quien colaboró con el artista en la realización del emblemático y famoso mural “La marcha de la Humanidad” en el Polyforum Cultural Siqueiros entre los años 1964 y 1968.
A manera de reivindicación, esta exposición busca demostrar a través de fotografías, cartas y bocetos que Márquez fue prácticamente borrado de la historia del arte por el propio Siqueiros.
Al parecer el asistente no sólo tuvo el atrevimiento de solicitarle al maestro mayor crédito público en la obra mural, sino además cuestionó la durabilidad de los materiales con los que trabajaban y, al ser despedido, continuó su carrera como pintor “abstraccionista”. De ahí que Siqueiros lo llamara “Traidor”.
En la inauguración se explicó que la intención, de esta muestra con la que la familia Márquez rinde homenaje a la mano detrás de David Alfaro Siqueiros, es crear un personaje llamado “Humberto Márquez” (segundo nombre y apellido del artista) quien fungió como asistente de David Alfaro Siqueiros en la realización uno de los murales más celebrados de Siqueiros.
En series como “El Orden Cualitativo de las Semejanzas”, Plinio se insertó en las fotografías antiguas de su padre, en las que aparece conviviendo con él 50 años atrás, como un hermano o amigo cercano. En “Niño Interior” toma sus imágenes de la infancia y se inserta en ellas para abrazarse a sí mismo.
En “El Traidor”, Plinio Avila se inserta nuevamente, no como él mismo sino como un tío-abuelo al que nunca conoció. Relata la historia de un asistente que tuvo el atrevimiento de solicitar mayor crédito en la obra mural y cuestionó al maestro respecto a la durabilidad de los materiales con los que trabajaba.
Siqueiros lo llama “Traidor” y lo expulsa del proyecto cerrándole las puertas en la escena artística de México. Márquez escribió en su diario en 1965: “No entiendo al maestro, fue él quien me enseñó que el genio del artista se plasma en cada brochazo, y ahora somos Mario y yo quienes pintamos el mural”.
En señal de protesta, Márquez se volvió pintor abstracto sin mucho éxito y simpatizó con la Generación de la Ruptura. Más tarde se mudó a Berlín, Alemania, y murió lejos de México y ahora, se presenta la muestra de archivo oficial, lograda por la familia Márquez como homenaje póstumo al tío-abuelo.
Dichos documentos son evidencia y reivindicación de su participación en la realización de los murales de Polyforum Siqueiros. Así, se presentan 22 fotografías blanco y negro y 10 a color, manipuladas y envejecidas. En ellas se ve al maestro dando instrucciones al asistente y escuchando sus opiniones.
Humberto Márquez es también modelo en ocho diapositivas donde adopta las posiciones de los personajes del mural, para que éstas le sirvan como guía al maestro. Originalmente sin audio, un video anónimo registra escenas de David Alfaro Siqueiros en el interior de la vieja cárcel preventiva de Lucumberri.
El espectador ve en la exposición, también, documentos manipulados como cartas, notas, telegramas y bocetos preparativos de las secciones abstractas del mural, para lograr con ellos una manipulación del pasado. La fotografía es la estrategia más común de apropiación, según los anfitriones de la muestra.
México, 22 Ago. (Notimex)