Por Mariela Gómez M.
Pintor mexicano, paisajista, vulcanólogo, escritor e ideólogo del movimiento muralista. Gerardo Murillo Cornado, nació en Guadalajara el 3 de octubre de 1875. A los 22 años ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes en la Ciudad de México, becado por el gobierno de Porfirio Díaz como estudiante de pintura . Viajó a Inglaterra, Alemania, Francia, España e Italia donde asistió a la Universidad de Roma para cursar Filosofía y Derecho. También estudió Sociología, Psicología y Teoría del arte.
Además estudió Vulcanología en Italia. Escaló frecuentemente el Popocatépetl y el lxtaccíhuatl y como paisajista dedicó una cantidad importante de su obra a la representación de estos volcanes. Tal atracción lo llevó a presenciar el nacimiento del Paricutín (1943); registró el fenómeno y elaboró apuntes y pinturas que expuso al año siguiente en el Palacio de Bellas Artes. También escribió el libro Cómo nace y crece un volcán, el Paricutín.
Marcó la historia del paisajismo en nuestro país, colocándose como una de las figuras centrales del arte mexicano. Fue director de la Academia de Bellas Artes en donde impartió clases a muralistas como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Siqueiros. Murillo fue nombrado interventor de la Escuela Nacional de Bellas Artes y reformó los programas de estudio. Sostuvo que la revolución artística se inició el otoño de 1910 año en el que organizó una exposición, de carácter nacionalista, que celebraba el centenario de la Independencia. Leopoldo Lugones (en 1902) lo bautizó como “Dr. Atl” que en náhuatl significa “agua”.
Desarrolló la técnica llamada “Atl-colors” que consiste en realizar pigmentos a base de resina, cera y petróleo para pintar en materiales que van desde roca hasta papel con una consistencia única.
También cuenta con una importante obra literaria que abarca, entre otros títulos, tres volúmenes de cuentos titulados Cuentos de todos colores, una autobiografía: Gentes Profanas en el Convento, poesía: Las sinfonías del Popocatépetl y novelas como Un hombre más allá del universo y El padre eterno, Satanás y Juanito García.
El Senado de la República lo condecoró en 1956 con la Medalla Belisario Domínguez por su desempeño en Bellas Artes. Ganó el Premio Nacional de Bellas Artes en 1958.
Murió el 15 de agosto de 1964. Sus restos están en la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón de Dolores, de Ciudad de México.
Fuente:
http://www.conaculta.gob.mx/detalle-nota/?id=28545#.UkNMiYY3apQ