Hace unas semanas apareció en las redes sociales un particular video en el que una actriz interpreta los desesperados mensajes de voz en un contestador automático que una mujer le dejó a su esposo hace más de 15 años en Argentina.

El video no tardó en convertirse en una sensación viral y los protagonistas de la historia real se volvieron, de repente, celebridades sin saberlo.

Ahora, María Teresa —la voz de la mujer— y Enrique —su esposo— apenas demuestran algún conflicto similar al de las grabaciones. Es más, dicen que su amor se basa en que han sabido «caminar juntos»·

«Aunque haya discusiones y maneras de pensar opuestas, nosotros hace ya muchos años decidimos que vamos a caminar juntos; es lo que estamos haciendo hace ya casi 30 años», dijo María Teresa en entrevista con Camilo Egaña, en Encuentro, de CNN en Español.

Enrique piensa lo mismo: «Seguimos teniendo nuestras discusiones y problemas, pero después de tantos años —lo digo por mí— creo que yo no podría vivir sin tenerla al lado. Es amor, supongo».

«Nos cuesta la convivencia. Todos los días estamos renovando el contrato. No es una novela rosa, es un esfuerzo por seguir juntos», concluyó María Teresa.

La mujer, que vive junto a Enrique en Mar del Plata, confiesa que tardó mucho en darse cuenta que aquella voz del video del que todos hablaban era la suya.

«No me interesaba» el video, dijo.

Al caer en cuenta, llamó a su Enrique y le preguntó si era suya esa voz desesperada. Lo era.

María Teresa dijo que les encantó la reacción de la gente frente a la grabación y los imaginarios que muchos construyeron detrás de la historia real, así como la manera en que las personas se identificaron con ellos.

Y cuando se trata de explicar lo que sucedió ese día, todo se resume en una pelea de pareja tan normal como pueden ser las de los demás.

«Habíamos tenido unas diferencias bastante grandes y, no muy amablemente, mi mujer me había pedido que me fuera de casa. Yo estaba en la casa de un amigo, ahí es adonde ella me llamaba», contó Enrique.

El hombre reconoce que parte de su estrategia ese día fue «hacerse desear un poquito».

Aunque María Teresa dice que no consiguió su objetivo de aquél día («que él dejara de ser tan ‘incomunicativo'»), quiere transmitir este mensaje a todas las parejas: no desfallecer, siempre seguir adelante.

«No hay que abandonar cuando uno tiene la meta de formar una pareja, no hay que dejarse vencer por las dificultades».

María Teresa tiene razón.

Después de todo —después de nueve llamadas no contestadas, después de 15 años de aquella pelea y después de 30 años juntos— su historia tiene un final feliz.

FUENTE: (CNN)