La lucha por la custodia total de Andrea Nicolás podría reabrir la agria batalla judicial que Paulina Rubio y su exmarido, el empresario Nicolás Vallejo-Nágera, venían manteniendo desde el año pasado y que parecía haber terminado con el acuerdo extrajudicial que la expareja firmó recientemente.
Sin embargo, Colate parece no haber dicho su última palabra en sus intentos de obligar a la cantante a dejarle pasar más tiempo con su primogénito, ya que el español está dispuesto ahora a hacerse con la potestad en el cuidado del pequeño demostrando que la salud mental de su exmujer le impediría llevar a cabo sus obligaciones.
Así, el que fuera marido de la estrella mexicana desde 2007 hasta 2012 volverá a los tribunales para solicitar una controvertida prueba de capacidades mentales que, además, ya había solicitado el año pasado durante el transcurso de su interminable proceso de divorcio. En ese primer intento, sin embargo, el juez permitió que Paulina decidiera por su propia voluntad si quería revelar públicamente su estado psicológico, lo que explica que ahora Colate trate de forzar a la cantante a defender su labor como madre a través de un examen totalmente obligatorio.
Aunque a mediados de este año Paulina y su exmarido escenificaron una tregua en los tribunales asumiendo la custodia compartida de su hijo, en los meses de verano ambos han vuelto a protagonizar un cruce de reproches por el supuesto incumplimiento mutuo del acuerdo. Mientras que los allegados a la estrella del pop acusaron a Colate de tratar de llevar al pequeño a España cuando el tribunal se lo había prohibido expresamente, el empresario asegura ahora que no ve a su hijo desde el pasado 3 de agosto y vuelve a dirigir el problema –además de la atención mediática– al carácter temperamental de su famosa exmujer.
El posible regreso a los juzgados de la diva de la música, rompe la tranquilidad de la que había venido disfrutando la artista en los últimos seis meses, tiempo en el que su idílico romance con el joven Gerardo Bazúa parecía haber espantado definitivamente los fantasmas de su pesadilla judicial y las amenazas constantes a la custodia de su primogénito.
Fuente: Univisión