Los tatuajes son cada vez comunes, tan solo en Estados Unidos, uno de cada cinco adultos tiene al menos un dibujo grabado en su piel. El hecho de que se hayan popularizado tanto no quiere decir que no sea riesgoso hacerte uno. Durante años hemos escuchado casos de personas que han contraído hepatitis o tétanos por haber sido tatuados con un equipo no esterilizado y aunque generalmente la atención se fija sobre las agujas, las tintas utilizadas también pueden ponerte en peligro.
Un reciente estudio publicado en The New England Journal of Medicine, reportó la aparición de varios casos de infección cutánea por una microbacteteria presente en una tinta contaminada. Los investigadores sugieren que una de las razones para ello puede ser que los artistas diluyen las tintas para conseguir tonos más claros, pero en ocasiones lo hacen con agua no estéril.
Lo anterior no quiere decir que si tienes la idea de hacerte un tatuaje debas desecharla, pero sí es importante que acudas a un centro especializado que cumpla con todas las medidas de higiene necesarias para realizar un trabajo profesional. Recuerda que al fin y al cabo un tatuaje es una herida punzante en las capas profundas de la piel (dermis) que se llena con tinta. Al igual que cualquier raspón, pinchazo o cortada en la piel, tiene el riesgo de infectarse y/o provocar una enfermedad.
Si estás pensando en realizarte un tatuaje:
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Elige bien el diseño ya que lo más probable es que permanezca contigo mucho tiempo. El proceso para removerlo es doloroso y costoso.
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Si tienes algún problema de salud como alergias, diabetes o alguna enfermedad que ataque al sistema inmunológico, consulta primero con un médico sobre los riesgos que podría implicar.
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Si tienes cicatrización queloide toma en cuenta que probablemente el diseño se deformará.
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Revisa que el tatuador utilice material nuevo y desechable (agujas, guantes, tapabocas, etc.) y que esterilice perfectamente el equipo antes del procedimiento.
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Revisa también la fecha de caducidad de la tinta y verifica que el fabricante sea autorizado.
Antes del procedimiento:
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Evita consumir bebidas alcohólicas 24 horas antes de acudir al estudio. Recuerda que el alcohol es un vasodilatador y provoca que se aligere la sangre.
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Si has depilado o rasurado la zona, espera por lo menos 48 horas. Tu piel está sensible.
Después del procedimiento:
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Cuando el tatuador termine, cubrirá el tatuaje con unos vendajes, déjalos por lo menos 24 horas.
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Si se llegaran a formar costras, no las arranques
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Lava tu tatuaje con agua y jabón neutro y aplica un ungüento hidratante para evitar que se reseque.
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Intenta mojarlo lo menos posible hasta que sane. Evita piscina y duchas con agua caliente prolongadas.
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Por lo menos durante dos meses no lo expongas al sol y utiliza bloqueador solar cuando estés al aire libre.