Tony Gilroy, uno de los guionistas más cotizados en Hollywood, es responsable de éxitos como “Armageddon” (1998), “El abogado del diablo” (1997) y la saga Bourne y recibió una nominación al Oscar por mejor historia original con “Michael Clayton”, en 2007.
Preguntaron cuáles son las claves para escribir un éxito de taquilla a la medida de la Meca de la industria del cine. Y estos son sus diez consejos.
1. Consuma cine
No creo que haya mucho por aprender en cursos o libros. Uno ha ido al cine desde pequeño, se ha llenado la vida con narrativas… y con comida. Es algo que ya está metido en lo profundo del ser.
Ir al cine, tener algo que decir, tener imaginación y tener la ambición de hacerlo es realmente todo lo que se necesita. Uno puede aprender todo lo demás.
2. Invente historias, pero que sean reales
Esta es una labor imaginativa: los guionistas nos inventamos cosas. Todo lo que tengo en mi vida es el resultado de haberme inventado muchas cosas.
Pero hay algo que es indispensable comprender bien y que realmente marca la diferencia: la conducta humana.
La calidad de la escritura estará directamente relacionada a la comprensión de la conducta humana. Uno tiene que volverse un periodista para la película que está intentando construir en tu cabeza. Hay que investigar, hacer reportajes… cada escena tiene que ser real.
3. Comience con una idea modesta
Las grandes ideas no funcionan. Más bien, comience con una idea pequeña que pueda ir expandiendo.
Con (la saga de películas) Bourne, yo nunca leí los libros (una trilogía de Robert Ludlum), sino que preferí empezar de cero.
La premisa simple que tomamos para (el personaje) Jason Bourne era la de “si yo no sé quién soy y no sé de dónde vengo, quizás puedo definirme a mí mismo a través de lo que sé hacer”.
Construimos todo un universo a partir de esa pequeña idea.
Comienza modestamente, se va construyendo, dando un paso a la vez. Así es como se escribe una película de Hollywood.
4. Aprende a convivir con tu ingenio
Mi padre era guionista, pero no hay una especie de gen bohemio y creativo en la familia.
Aprendí de observar cuán duro le tocaba trabajar y entendí el “tempo” que rige la vida de un escritor: tienes que vivir de acuerdo a tus momentos de inspiración.
Si vives con alguien que también ajusta sus rutinas a su ingenio, parece algo normal. Uno aprende a no asustarse ni quejarse si comprende los propios ritmos creativos.
5. Escriba para TV
Cada vez es más difícil hacer buenas películas. Pero en las producciones de televisión se encuentra la ambigüedad y los grises de la realidad, es donde ahora las historias pueden ser interesantes.
Muchos guionistas están muy entusiasmados con la televisión últimamente y es un negocio controlado por los escritores. Cuando los guionistas están a cargo, siempre pasan cosas buenas.
Son más racionales, trabajan más duro… son más benévolos, también.
Cada vez que los escritores han estado a cargo del entretenimiento, el negocio ha funcionado. Quizás ahora veremos como la TV se convierte en una utopía manejada por guionistas.
6. Aprenda a escribir en cualquier lugar, en todo momento
Tengo una oficina en mi casa, pero he escrito en miles de habitaciones de hotel. Y puedo escribir en cualquier parte.
Si me está yendo bien con lo que estoy escribiendo, no quiero parar. Ahora que soy más viejo y más sabio, no me detengo si la escritura está fluyendo. Llamo a casa, digo que no llego a cenar y sigo.
Más que nada en el mundo deseo seguir teniendo ganas de ir a mi escritorio, no tener miedo de ir a trabajar.
7. Consiga un empleo
Pasé seis años trabajando en un bar mientras trataba de entender cómo escribir guiones.
“Trata de vivir en algún sitio donde tengas acceso a conexiones culturales y donde puedas ver tantas películas como haya en cartelera” – Tony Gilroy, guionista
Si quiere escribir, si es joven y nadie la conoce, búsquese un trabajo que pague la cantidad más alta de dinero por la menor cantidad de horas posible, para que le quede la mayor parte del día libre para escribir.
Trate de vivir en algún sitio donde tenga acceso a conexiones culturales y donde pueda ver tantas películas como haya en cartelera y conocer a tanta gente como sea posible. Y trate de encontrar un lugar donde pueda simplemente escribir y escribir y escribir.
8. Viva la vida
Si no tiene nada que decir y no ha hecho nada más que ver un puñado de películas, ¿de qué va a escribir? Sólo se puede contar aquello que se conoce.
Interésese por una variedad de cosas y temas y personas, y manténgase interesado. Mi conocimiento es muy amplio, aunque increíblemente superficial, porque no hace falta más.
Suele ser mucho más interesante una historia escrita por un periodista o un policía o un banquero que una de alguien que ha estudiado cine durante veinte años.
Hay excepciones, por supuesto. Pero casi siempre se cumple eso de que si no tiene nada para decir, ¿para qué está aquí?
9. No se mude a Los Ángeles
No creo que exista una razón de peso para vivir en Los Ángeles (centro de la actividad de la industria del cine estadounidense).
Creo que L.A. de hecho es muy mal lugar donde alimentar la mente. En Los Ángeles uno está en el auto encerrado la mayor parte del tiempo y rodeado de gente deprimente.
No creo que Hollywood sea un buen entorno para un escritor joven, no lo ayudará a sentir ningún tipo de emociones.
10. Resista y siga adelante
En mi carrera he ocupado las dos posiciones del “Kama sutra de Hollywood”: arriba y abajo.
Es importante aprender a manejar las caídas y el rechazo. Creo que una de las razones por la que los guionistas son tímidos es porque todos sospechamos de nuestro propio proceso ya que falla con frecuencia.
No difiere en nada de lo que le ocurre a los novelistas o los compositores o los pintores. Cuando el mundo exterior te rechaza, uno decide si lo supera o se deja vencer.
Pero creo que los días más duros son aquellos en los que no pasa nada. Todos los que alguna vez han intentado escribir saben de qué hablo.
Lo bueno es que no hay nada que después no se cure con un día bueno de escritura.
Fuente: (BBC)