El Vaticano “consideró oportuno” otorgar un periodo fuera de su diócesis al obispo de Limburgo, Franz Peter Tebartz-van Elst, protagonista de una encendida polémica tras ser acusado de despilfarrar el dinero de la Iglesia.
En una declaración oficial la sala de prensa de la Santa Sede reconoció que el prelado alemán “al momento actual no puede ejercitar su ministerio episcopal” debido a la controversia pública.
Agregó que el Papa “ha sido continuamente informado, amplia y objetivamente, sobre la situación en la diócesis”.
Recordó que en septiembre pasado el cardenal Giovanni Lajolo realizó una “visita fraterna” (una auditoría, en realidad) a Limburgo, tras la cual se acordó conformar una comisión que examine a profundidad el proyecto de construcción de la nueva sede episcopal.
“En espera de los resultados de tal examen y de las verificaciones sobre la responsabilidad, la Santa Sede considera oportuno autorizar para Tebartz-van Elst un periodo de permanencia fuera de la diócesis”, indicó el texto.
Asimismo El Vaticano estableció la entrada en vigor, a partir de este día, del nombramiento de Wolfgang Rösch como vicario general y aclaró que tocará a él administrar la diócesis de Limburgo durante la ausencia del obispo.
La víspera el todavía obispo fue recibido por el Papa en audiencia privada. Mientras la sala de prensa del Vaticano prefirió no dar detalles de la reunión, personas cercanas al clérigo se limitaron a sostener que la cita “estuvo bien”.
Desde hace semanas Tebartz-van Elst se encuentra en el ojo del huracán luego que trascendió el costo de la reestructuración del edificio de la curia de Limburgo: 31 millones de euros (unos 42.6 millones de dólares).
El caso ha sacudido a la Iglesia católica alemana en las últimas semanas, especialmente luego de haber sido acusado por varios sacerdotes subordinados suyos de actuar con un “estilo autoritario”.
En Roma Tebartz-van Elst se hospeda en el convento de Santa María del Alma. Entre otros allí lo ha visitado otro arzobispo alemán, Georg Gaenswein, prefecto de la Casa Pontificia y secretario de Benedicto XVI.
Según la prensa alemana el proyecto original de reestructuración de la curia de Limburgo ascendía a 5.5 millones de euros (unos 7.5 millones de dólares), pero finalmente habría crecido notablemente hasta alcanzar los 31 millones.
El obispo acusado de despilfarrar se defendió sosteniendo que los edificios reestructurados son patrimonio cultural.
De todas maneras, según fuentes vaticanas, la polémica respondería también a una pulseada entre el clérigo y algunos sectores progresistas de su diócesis.
Fuente: Ciudad del Vaticano, 23 Oct (Notimex).