La mayoría de las hernias ameritan cirugía y las más comunes son en la región abdominal, como consecuencia de defectos en la continuidad del tejido que recubre las vísceras, indicó el cirujano Felipe de Jesús Castro Romero.
El especialista dijo que estos defectos en la continuidad de los tejidos forman agujeros y permite la salida de las vísceras que a su vez quedan atrapadas entre la pared y el músculo.
Ello, provoca un estrangulamiento por la falta de circulación sanguínea, por lo que la gangrena es la complicación más grave que puede aparecer como consecuencia de una hernia no tratada.
Indicó que una de las principales características de los pacientes con este problema es la aparición de un bulto en el área abdominal y que al acostarse desaparece, además frecuentemente va acompañado de dolor en la parte afectada.
Señaló que las hernias aparecen por diferentes causas, entre ellas afecciones congénitas, cirugías mal cuidas, alguna lesión previa o envejecimiento, “además factores como la obesidad, el tabaquismo y una inadecuada dieta, contribuyen también a su aparición”.
Explicó que las hernias abdominales constituyen la primera causa de consulta en el servicio de Cirugía General del Hospital General de Zona 89, y las más comunes se presentan alrededor del ombligo o junto a la ingle.
Detalló que en el caso de los hombres es más frecuente que aparezcan en la ingle, mientras que en las mujeres este padecimiento es más usual en el área del ombligo, puesto que ellas son las más sometidas a cirugías abdominales, por los embarazos, por ejemplo.
Precisó que el tratamiento a seguir en 90 por ciento de los casos consiste en una cirugía programada, en donde se acomoda el contenido de la pared abdominal fuera de lugar y en seguida se repara el tejido abierto.
Indicó que ante los síntomas es importante buscar atención médica para determinar el origen del malestar y de tratarse de una hernia, proceder lo antes posible para evitar una eventual gangrena.
Recomendó a todas aquellas personas con sobrepeso u obesidad que modifiquen su dieta, reduzcan grasas y azúcares de la misma y realicen algún tipo de actividad física aeróbica de por lo menos 30 minutos continuos por día.