El cambio climático representa una fuerte amenaza para el cultivo del maíz, por lo que actualmente especialistas introducen nuevas variedades ante la modificación del ciclo de lluvias.

En Chiapas, donde se siembran unas 800 mil hectáreas en los 122 municipios atendidos por unos 350 mil productores, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) introduce nuevas variedades de maíz.

El investigador Walter López Báez explicó que los cultivos tienen ahora menos tiempo de lluvia, aunque ahora con las investigaciones generadas en la entidad «tenemos tecnología para enfrentar esta situación».

De igual forma, «contamos con semillas más precoces que se adaptan a los nuevos patrones de precipitaciones».

Detalló que el INIFAP ha producido las variedades mejoradas de maíz V-424 y la V-560, se trata de semillas mejoradas que se adaptan a los ciclos más cortos de lluvias.

Refirió que se introducen a nivel de módulos de conservación en las zonas de autoconsumo para dar seguridad alimentaria, ya que la cosecha se desarrolla en menor tiempo.

Aseguró que de acuerdo con un estudio realizado en 2012, comparado con otro efectuado en 1990, el periodo de siembra en municipios de la región Frailesca era hasta el 15 de junio.

Sin embargo, ahora con el cambio climático la siembra comienza la última semana de junio y la primera quincena de julio, con lo que casi 20 días se desplazó la fecha, expuso.

Mientras que en la sierra sembraban en abril y mayo, ahora es en los últimos días de mayo y principios de junio.

López Báez resaltó que se tienen resultados positivos, «el productor está contento con estas variedades, el sector agropecuario ha investigado y comprobado que ha habido cambios en los patrones de lluvia».

El especialista consideró que para combatir el calentamiento global del planeta se deben tomar acciones de mitigación, es decir, dejar de contaminar; otra opción es establecer medidas de adaptación para combatir los daños que ya los «tenemos encima».

Una de esas estrategias es la producción de alimentos con un nuevo ciclo de lluvia, para rescatar al maíz «que estaba bastante colapsado por el cambio climático», expresó.

Por su parte, el delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Amado Ríos Valdez, indicó que el problema del cambio climático amenaza al campo agrícola, ha dejado daños en los cultivos de maíz a causa de la erosión de los suelos, por lo que «tenemos que generar opciones desde la investigación».

Asimismo, la presidenta de la Comisión de Bosques y Selvas del Congreso local, Roxana Magdalena Gordillo Burguete, enfatizó que se requiere de mejorar las condiciones y las expectativas del campo agrícola.

Para ello, es necesario que los productores realicen estrategias a fin de que los impactos de la naturaleza se puedan enfrentar y se tenga éxito, por lo que recomendó no hacer mal uso del suelo, o de lo contrario, podrían darse más afectaciones.

El cambio climático no sólo es lluvia, son temperaturas, metodología de cultivos, tiempos de floración, cosecha, la exigencia de nuevas variedades de semillas para los cultivos básicos, indicó.

Tuxtla Gutiérrez, 8 Nov. (Notimex).