El presidente de Filipinas, Benigno Aquino III, visitó hoy algunas de las zonas más devastadas por el tifón Haiyan, que habría dejado más de 10 mil muertos y el cual se dirige a Vietnam y China, cuyas autoridades se encuentran en alerta.
Haiyan, bautizado por las autoridades filipinas como Yolanda, habría arrasado entre el 70 y el 80 por ciento de la ciudad de Tacloban, la capital de la central provincia de Leyte, por donde pasó el tifón el viernes pasado, informó el jefe de la policía regional, Elmer Soria.
Soria, basado en reportes del gobernador de la provincia de Leyte, Dominic Petilla, precisó que había unos 10 mil muertos en la isla, la mayoría por ahogamiento y por el derrumbe de inmuebles, así como dos mil desaparecidos, según la agencia filipina de noticias PNA.
Sin embargo, La Cruz Roja de Filipinas estimó que unas mil 400 personas han muerto tras el paso del tifón, mientras el Consejo Nacional para la Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres (NDRRMC, por sus siglas en inglés) dio cuenta de 229 decesos.
Además de los 229 fallecidos, la NDRRMC indicó que hay 4.5 millones de personas afectadas en mil 741 aldeas de 343 ciudades de 36 provincias.
El mandatario filipino, quien inspeccionó personalmente la magnitud de los daños causados por el tifón, anunció que la prioridad de su gobierno es restaurar la electricidad y las comunicaciones en zonas devastadas para permitir el envío de ayuda y asistencia médicas a las víctimas.
Las autoridades estiman que el número de muertos podría aumentar cuando los equipos de emergencia lleguen a las zonas aisladas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra.
Haiyan, calificado por agencias meteorológicas como “súper tifón”, ya que sus vientos superaron los 275 kilómetros por hora, azotó el viernes pasado a Filipinas, obligando a millones de personas a huir.
Antes de la llegada de este tifón a Filipinas, el vigésimo cuarto del año, los meteorólogos habían advertido que podría tener un efecto devastador mayor que el tifón Bopha, que en 2012 dejó cerca de mil muertos.
En Filipinas, país que sufre de forma regular sismos, erupciones volcánicas y ciclones tropicales, el tifón Haiyan parece ser el desastre natural más mortífero del que se tenga memoria en el archipiélago.
Tras arrasar el centro y sur de Filipinas, Haiyan se encuentra este domingo en el Mar del Sur de China en dirección a Vietnam, donde está previsto que llegue la mañana del lunes, mientras las autoridades ya iniciaron la evacuación de unas 500 mil personas.
La mayor parte de los evacuados provienen de las provincias de Da Nang y Quang Ngai, mientras el país ha declarado la alerta máxima ante la llegada del fenómeno meteorológico.
El primer ministro vietnamita, Nguyen Tan Dung, indicó que a pesar de que el tifón llegará debilitado, aún tiene fuerza para “complicar” la situación, por lo que se han tomado medidas de seguridad para limitar las consecuencias en términos humanos y materiales.
Por su parte, China ha activado la alerta amarilla, la de tercer grado de gravedad, ante la inminente llegada del tifón, que tocará tierra en un punto de la isla de Hainan, en el sur del país asiático, después de pasar por Vietnam.
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