Sin importar si tus intenciones son buenas ni cuánta experiencia tengas como emprendedor, si eres el jefe, vas a cometer errores. Es una parte normal de la vida, tanto en el trabajo como fuera.
Hay dos tipos de errores básicos. Los que cometes una vez, lo reconoces, aprendes de él y nunca lo vuelves a cometer. Por ejemplo: digamos que contratas a X compañía para crear una página web para tu empresa y tras meses de incumplimiento y dinero desperdiciado, decides nunca volver a tratar con esta compañía. Como trabajaste rápido para corregir este error estas siendo un buen líder.
El otro tipo de error hace que tu empresa corra un riesgo mayor. Es cuando no reconoces el error que estas cometiendo y lo integras a tu estilo de administración y le causan problemas tanto a tus empleados como tu compañía y tus clientes. También te vuelven un “mal jefe”. Según un estudio, 65% de los empleados dicen preferir cambiar a su mal jefe en lugar de un aumento.
Aquí hay una lista de los errores más comunes que cometen los jefes:
1. Falta de comunicación: la información es la herramienta que permite a tus empleados trabajar rápido y correctamente. Mientras más completa y precisa sea la información, más rápido te van a entender tus empleados, harán mejor su trabajo y atenderán mejor a tus clientes.
2. Buscar la solución rápida en lugar de una duradera: una solución rápida puede satisfacer tus necesidades, pero no necesariamente soluciona un problema en su totalidad. Toma tu tiempo para descubrir la raíz del problema y desarrolla una estrategia duradera que solucionará el problema.
3. Hacer todo tú mismo: ningún jefe puede hacer todo sólo ni debería intentar. Encargarte de todo no es la mejor forma de aprovechar tu tiempo y talento y también desperdicias la potencial de tus empleados. Al repartir el trabajo puedes multiplicar el trabajo que haces y tu negocio se volverá mucho más eficiente.
4. No fijar metas con tus empleados: ten informados a tus empleados. Como el jefe, es tu trabajo desarrollar metas realistas y adquiribles con tus empleados para guiarlos hacia la visión que tiene tu empresa.
5. Resistir el cambio en lugar de fomentarlo: en estos días de cambio y crecimiento constante, resistirse a los cambios es un increíble desperdicio de tiempo y esfuerzo sin mencionar que le da la ventaja a cualquier competencia que podrías tener. Aprende a anticipar el cambio y usalo a tu favor.
6. No reconocer los logros de tus empleados: hay muchas cosas que puedes hacer para darle reconocimiento a tus empleado que toman poco tiempo. Con tan sólo dar las gracias en persona o por escrito puede alegrarle el día a alguien y esto puede ayudar a su productividad.
7. Tomarte las cosas demasiado enserio: procura tener un ambiente de trabajo dónde tus empleados van a querer asistir todos los días. Ten un buen sentido del humor y crea un ambiente agradable para todos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.