El nuevo edificio del World Trade Center, en la Zona Cero de los ataques del 11-S, queda oficialmente registrado como el más alto de Estados Unidos
La rivalidad entre Chicago y Nueva York es tan antigua como los edificios que a principios del siglo pasado emplearon muros de cortina para ascender cielo arriba. Y aunque en la batalla para determinar en qué ciudad se construyó el primer rascacielos, siempre ha salido vencedora la ciudad de los vientos a orillas del lago Michigan, ayer Nueva York le arrebató oficialmente el título de tener el edificio más alto del país.
La torre que se erige sobre la Zona Cero y que quedará inaugurada en enero, el One World Trade Center, es la construcción más alta con poco más de 541 metros de altura (1776 pies, una cifra simbólica porque hace referencia al año en que se promulgó la Declaración de Independencia en EUA).
Las dudas en torno al récord surgieron cuando se decidió que la aguja que corona la torre no estaría recubierta, ni decorada como inicialmente aparecía en el diseño de Daniel Libeskind. El mantenimiento sería demasiado complicado y costoso. La decisión de no recubrir la aguja permitió ahorrar cerca de 20 millones de dólares. Pero entonces, ¿debía ser considerado este elemento como parte integral del edificio o no? ¿Antena o mástil? En caso de que no calificara como aguja, la altura total del nuevo edificio al sur de Manhattan quedaba reducida a casi 417 metros. Y mientras la pregunta pendía en el aire, se elevaba la esperanza de que la Torre Willis (también conocida como la Torre Sears, que Skidmore, Owens y Merrill levantaron en el Loop de Chicago en los años setenta) retuviera su estatus de edificio más alto con 442 metros y 108 plantas. Las antenas que coronan esta construcción no son tenidas en cuenta a la hora de fijar su altura total, pero a pesar de ello en los últimos 40 años, la Torre Sears (ahora Wallis) seguía siendo la más alta del país, tras quedar desbancada como número uno en el ranking mundial en 1996 por las Torres Petronas de Malasia. Hoy el edificio más alto se encuentra en Dubai, el Burj Jalifa.
Nueva York y su One World Trade Center lograron imponerse. “Aunque se haya quitado el revestimiento a la aguja, ésta sigue siendo un elemento arquitectónico. No se trata simplemente de un mástil de acero para colgar antenas o satélites”, explicó Anthony Wood, director ejecutivo del Consejo de Edificios Altos y Habitat Urbano, organismo encargado de evaluar este asunto. No sólo se acepta que se trata de una aguja y no de una antena, sino que además desde ayer la altura total del edificio de Nueva York se mide desde la entrada frente al memorial de las torres, es decir, desde la parte más baja en la pendiente del área del edificio.
No todo el mundo aceptó de buen grado la decisión del comité de 30 expertos internacionales reunidos durante tres horas y media el martes, precisamente, en Chicago, en el Illinois Institiute of Technology. El alcalde de esta ciudad, Rahm Emmanuel, fue uno de los más críticos. “Me gustaría decirles a esos expertos que se han reunido que si algo parece una antena y actúa como una antena, ¿sabes qué? Entonces es una antena”, declaró poco después de hacerse pública la noticia.