¿Le gustaría adornar su salón con un feroz combate fosilizado de animales prehistóricos? Podría conseguirlo, si tiene, eso sí, los cerca de US$10 millones que sus restos esperan recaudar este martes en una subasta de fósiles.
Los esqueletos, que serán vendidos al mejor postor en Nueva York, pertenecen a un Nanotyrannus lancensis (depredador carnívoro pariente del Tiranosaurio Rex) y un Chasmosoaurine caratopsian (su presa herbívora) enzarzados en una pelea durante el Cretácico, período cuyo final data de hace unos 65 millones de años.
“Son tan importantes para la ciencia por el hecho de que fueron hallados en un contexto que sugiere que se dieron muerte mutuamente”, dijo Thomas Lindgren, de la casa de subastas Bonhams.
Los antiguos duelistas fueron encontrados en 2006 en una formación de rocas conocida como Hell Creek en un rancho de Montana, Estados Unidos.
Por la calidad de su conservación, se cree que ambos ejemplares fueron sepultados casi en plena batalla.
“Fue un mal día para estos dos animales”, dijo Phil Manning, investigador de la Universidad de Manchester, durante el pasado Festival de Ciencia de Newcastle, en Reino Unido.
“Es probable que estuvieran peleando en el banco de un río y que los dos sufrieran heridas mortales”.
Así, enredados en su brutal pelea, rápidamente fueron sepultados y preservados como fósiles, explicó el científico.
Los restos muestran cómo el cazador hunde sus dientes en el cráneo de su presa, y que el pecho del predador también está lesionado por la pelea.
Pero al interés de la ya de por sí notable pareja se añade el hecho de que el fósil del Nanotiranosaurio es el más completo que se ha descubierto hasta ahora.
Un tiranosaurio con largos brazos
En 1988, un cráneo similar perteneciente a un dinosaurio predador fue identificado como una especie nueva, que en aquel momento recibió el nombre de Nanotyrannus.
Pero esta identificación en base a un cráneo fosilizado no fue aceptada del todo, y muchos sugerían que se trataba sólo de un joven T-Rex.
La disputa sobre si otro gran predador vivió junto al T-Rex ha estado presente desde hace décadas, pero según Manning, la observación de este nuevo y completo esqueleto es de gran ayuda para resolver este punto.
Los pequeños brazos del T-Rex son una de sus características distintivas. Manning, que pudo observar personalmente el ejemplar de Montana en un viaje reciente, explicó que éste tiene patas delanteras bastante más largas.
El científico describió al Nanotiranosaurio como un animal con su propio nicho ecológico.
“Si piensas en la actual sabana africana, el león se queda con las presas grandes y el guepardo se queda con las presas más chicas. Quizás estamos ante el guepardo del Cretáceo”, dijo Manning, y agregó que el animal tenía “un cuello alargado, brazos relativamente largos y un cráneo más fino”.
Objetos de arte
Los restos de los dinosaurios duelistas que este martes se ofrecen en subasta fueron descubiertos por un coleccionista aficionado en un terreno privado.
“Estos fósiles fueron conservados por la naturaleza, ¿no deberían estar disponibles para que todo el mundo pudiera apreciarlos y estudiarlos, en lugar de acabar en manos privadas?” – David Norman, investigador de la Universidad de Cambridge
Pero la comunidad científica considera que el material original de la relevancia de estos fósiles debería ser depositado en las colecciones accesibles de los museos para permitir su observación, verificación y estudio y así facilitar la descripción o el descubrimiento de nuevas especies.
¿Pero qué ocurrirá si el combate prehistórico va a parar a manos de un coleccionista privado? Esto podría obstaculizar las posteriores investigaciones sobre el Nanotiranosaurio.
Entre paleontólogos y otros científicos existe una preocupación creciente por la comercialización del descubrimiento de fósiles, tal como reporta Simon Redfern, periodista científico de la BBC.
“Es la parte más desagradable de esto. Desde que el T-Rex fue vendido al Museo Fields de Chicago por US$8 millones, el valor comercial de los fósiles se ha inflado”, dijo al respecto David Norman, de la Universidad de Cambridge.
Norman también discutió este tema en el Festival de Ciencia de Newcastle, que tuvo lugar en septiembre de este año.
“El efecto es que cada vez más objetos de importancia científica corren el riesgo de ser removidos de la comunidad. Caen en manos privadas porque se convierten en objetos de arte”.
“Esto destruye por completo los valores de la disponibilidad de especímenes. Estos fósiles fueron conservados por la naturaleza, ¿no deberían estar disponibles para que todo el mundo pudiera apreciarlos y estudiarlos, en lugar de acabar en manos privadas?”.
“Hay cuestiones nacionales sobre cómo los fósiles son valorados y vendidos que varían de acuerdo a los países. El hecho de que los fósiles puedan alcanzar tan alto valor se está convirtiendo en un campo minado y en una pesadilla para los curadores de los museos”, opinó Norman.
En la misma subasta y entre una considerable colección de fósiles se incluye el esqueleto parcial de un T- Rex en posición de ataque, que espera recaudar entre 1,8 y 2,2 millones de dólares.
Fuente: (BBC)