Según un estudio de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, la vajilla puede ser un arma a favor o en contra para combatir la obesidad infantil.
De acuerdo con los investigadores, cuando a los niños se les sirve en plato grande, no solo tienden a pedir más comida para llenar el recipiente, sino que también comen hasta 52% de más.
En un experimento, los científicos repartieron, al azar, tazones de cereal de 8 onzas y de 16 onzas entre 69 niños en edad preescolar.
Los niños con tazones grandes solicitaron hasta 87% más cereal y leche, sin importar su edad, sexo o índice de masa corporal ( IMC) -que es un indicador para identificar el sobrepeso y la obesidad-.
“Los tazones más grandes hacen que los niños pidan casi el doble de alimento, lo que lleva a un aumento en la ingesta”,dijo Koert Van Ittersum.
Por eso, recomienda a los padres de familia y maestros servirles la comida en recipientes acorde a su tamaño.