Una especie de rana nombrada en honor del naturalista decimonónico Charles Darwin, su descubridor en 1830, podría estar estinguida, según científicos chilenos y británicos.
El hongo que está diezmando a los anfibios en todo el mundo es el responsable de la desaparición de una de las dos especies conocidas como sapitos o ranitas de Darwin, y puede que pronto acabe con la otra.
Eso sugiere un estudio sobre estos animales publicado en la revista científica Plos One.
Su característica más extraordinaria era que los machos incubaban y alimentaban a los renacuajos en su boca.
Según los científicos, la destrucción de su hábitat natural en Sudamérica ha acosado a estos animales, pero por sí sola no puede explicar su declive.
El estudio señala a un hongo quítrido, que ataca la piel, como el culpable.
La infección, identificada por primera vez hace más de una década, en la actualidad es prevalente en todos los continentes y mata a los anfibios al bloquear la transferencia de sustancias vitales a través de su piel.
Solución en cautiverio
Para su trabajo, los investigadores revisaron la situación de las especies Rhinoderma rufum, o ranita del norte, endémica de Chile, y la versión del sur, Rhinoderma darwinii, que se encuentra tanto en Chile como en Argentina.
La primera no ha sido vista en su hábitat natural desde 1980 y se presume extinguida. La otra aún se ve, pero su presencia es muy dispersa y en marcado declive.
El trabajo reconoce que la pérdida de bosques es una amenaza clave, pero argumenta que no es la única causa de la drástica disminución en la población de las ranas.
Por ejemplo, dicen los autores, la especie Rhinodrema darwinii ha desaparecido en algunas áreas en las que su hábitat preferido no ha sido perturbado.
Las pruebas con especímenes tanto vivos como archivados revelaron la presencia de Batrachochytrium dendrobatidis, el agente que causa la enfermedad quitridiomicosis.
Y aunque la tasa de infección no es tan alta como las de otras poblaciones de anfibios, no se deben subestimar sus letales consecuencias para las especies Rhinodrema, advierten los científicos.
El equipo de investigación incluye a expertos de la Universidad Andrés Bello de Chile y de la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés), en Reino Unido.
“No podemos decir de forma concluyente lo que ha venido causando la muerte de estas ranas, pero estamos reuniendo poderosas evidencias circunstanciales, y debemos estar extremadamente preocupados”, dijo Marcus Rowcliffe, de la ZSL.
“Es posible tratar al hongo quítrido a nivel individual. No hay una solución a gran escala, pero como parte de un programa de cría en cautiverio podría ser muy importante para estas especies tan amenazadas”.
Fuente: (BBC)