26% de empleados han dejado un trabajo por compañeros groseros o desabridos. En otras palabras, tu mamá siempre tuvo la razón, los modales son importantes. La falta de modales puede destruir tu compañía.
¿A qué me refiero? Existe el que nunca dice “gracias” o la persona que nunca dice “hola”. Otros gritan ordenes, nunca te ven a los ojos y ocasionalmente hacen chistes para menospreciar a sus compañeros. Estos malos hábitos crean un ambiente que puede tener graves repercusiones con tu equipo de trabajo.
Se reporta que 96% de los empleados dicen haber sido tratados groseramente en la oficina y 50% dicen que pasa al menos una vez a la semana. Estos números deberían llamar la atención de gerentes, pero si no, deberían considerar que 26% de los empleados dicen haber dejado un empleo por falta de cortesía de uno o más de sus compañeros.
Aparte de potencialmente perder un buen talento, esta clase de comportamiento también le cuesta dinero a las empresas. Cisco Systems estima que la falta de cortesía o buenos modales le cuesta más de $8.3 millones de dólares al año. Esta cifra esta basada en cambio de personal, la falta de compromiso de los empleados por desmotivación y tiempo perdido pensando en mal comportamiento a futuro.
Hay dos posibles maneras de mejorar los modales de empleados en la oficina, usaremos a Ochsner Health System como ejemplo. Implementaron una regla de 10/5, lo que significa que se espera de los empleados tener contacto visual con quién esté a 10 pies de distancia y saludar a quién esté a 5 pies de distancia. La segunda es que tienen una política de no desahogarse. Un empleado frustrado debe ir a un lugar designado para desahogar cualquier frustración, como una especie de oficina privada. Se evalúan los empleados a base del respeto por estas normas.
Requerir que se comporten tus empleados podrá sentirse como si fueras una niñera. En un mundo ideal, la gente que contratas tiene entendido que debe comportarse de manera civilizada en la oficina, pero dado el daño que puede ocasionar la falta de respeto, esta clase de normas pueden ser una idea inteligente para tu empresa.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.