Tras más de medio siglo finalmente se resuelve un misterio de la historia militar. Investigadores en la Universidad de Hawaii y la Administración Nacional Oceánico y Atmosférico (NOAA por sus siglas en inglés) descubrieron un mega-submarino japones de la época de la segunda guerra mundial bajo más de 700 metros de agua al sur-poniente de las costas de Oahu.
El submarino, un I-400, desapareció desde 1946. Era el más grande (120 metros) y el más innovador de su época. Capaz de dar vuelta y media alrededor del mundo sin necesidad de recargar combustible y de desplegar tres bombarderos, cada uno con una bomba de 800 kilos, con tan solo unos minutos de salir a la superficie.
El I-400 representaba un cambio significativo en táctica con la capacidad de lanzar ataques aéreos desde submarinos de largo rango.
“Tras la segunda guerra mundial la experimentación de submarinos y cambios de diseño continuarían en esta dirección, hasta por fin llegar a capacidades de lanzar misiles para submarinos estadounidenses en la víspera de la era nuclear,” dice Dr. James Delgado, director del programa de herencia marítimo de NOAA.
El I-400 fue capturado por el ejercito de Estados Unidos al final de la segunda guerra mundial, pero lo mantuvieron junto con otros cuatro submarinos esperando ser inspeccionados en Pearl Harbor. En 1946, mientras que la guerra fría empezaba, la Unión Soviética exigió acceso a los submarinos desparecidos según las condiciones del tratado de la segunda guerra mundial.
La armada estadounidense, al no querer la tecnología en manos de los soviéticos, escondieron los submarinos y dijeron que no sabían dónde habían terminado las naves. Desde entonces ha estado perdido el I-400.
“El I-400 ha estado en nuestra lista de cosas que encontrar por un buen tiempo,” dice Terry Kerby, explorador submarino de la Universidad de Hawaii. “Es el primero de sólo tres que se construyeron como este, entonces tiene una gran importancia histórica, encontrarlo dónde lo encontramos fue algo totalmente inesperado. Toda nuestra investigación nos indicaba que estaba más lejos hacia el mar abierto.”
Publicado por Othón Vélez O’Brien.