La revista Forbes ha publicado una nota sobre las exageradas medidas de seguridad instaladas en las residenciasas de quienes cuentan con riqueza y paranoia infinita, incluyendo una casa prueba de balas dentro de una mansión, un helipuerto en el techo, cámaras en infrarrojo para detectar a cualquiera que se acerque en 15 kilómetros a la redonda, un sistema de humo que rodea la casa para desorientar a los intrusos. Esta casa sobreprotectora pertenece al millonario Al Corbi.
El mercado de la seguridad, aunque es absurdamente caro, ha crecido enormemente los últimos 5 años. Cada vez son más comunes los refugios antibombas con purificadores de aire integrados, al igual que los túneles secretos de escape que llevan a los alrededores de las casas.
Claro que, entre más elaborada es la seguridad, más dependiente es de una interface controlada por un iPad o cualquiera gadget de este tipo, por tanto son muy vulnerables al hackeo.
Fuente: (The Wow)