Las 5 arquitectas mas ignoradas de la historia son mujeres quienes tuvieron que luchar contra la desigualdad y el machismo para poder salir adelante en su profesión.
Mirando a la historia de la arquitectura, a usted se le podría perdonar por pensar que las mujeres fueron inventadas en la década de 1950, junto con el spandex y la dirección hidráulica – pero esto no podría estar más lejos de la verdad.
Grandes nombres como Le Corbusier, Mies, Wright y Kahn habían inspirado a menudo a sus compañeras femeninas también, pero la estructura rígida de la sociedad en el pasado no permitía que sus contribuciones llamaran la atención. En honor al Día Internacional de la Mujer 2013, echamos un vistazo a las 5 mejores mujeres pasadas por alto en la historia de la arquitectura.
1 – Sophia Hayden Bennett
Nacida en 1869 en Santiago de Chile, de padre chileno y madre estadounidense, Sophia Hayden Benett fue la primera mujer en recibir un título de arquitectura en el MIT cuando se graduó en 1890. El título, sin embargo, no le garantizo un trabajo, después de buscar infructuosamente, Hayden Benett se resignó a aceptar un trabajo como profesora de dibujo técnico en una escuela de Boston.
En 1891, Hayden encontró un anuncio pidiendo a las mujeres arquitectas presentar sus diseños para el Edificio de la Mujer, que formaría parte de la Exposición Columbina Mundial de Daniel Burnham en Chicago. La propuesta de Hayden, basada en su tesis de grado, era un edificio de tres pisos de estilo renacentista italiano. El diseño de Hayden ganó el primer premio de entre otros 13 participantes.
Con sólo 21 años, Hayden recibió $1000 dólares por su diseño, lo cual era una décima parte de lo que los hombres recibían por el mismo premio. Sin embargo, durante la construcción del edificio, Hayden sufrió constantemente con problemas de micro-gestión y con los compromisos exigidos por el comité de construcción.
Así que se puso tanta presión en esta mujer joven que sufrió un ataque y se le envió a un sanatorio por un tiempo de descanso a la fuerza, llevando a muchos a la vez a comentar que esto era prueba de que las mujeres no tenían cabida en el mundo de la arquitectura.
Después de la exposición Hayden nunca trabajó como arquitecto de nuevo.
2 – Marion Mahony Griffin
Marion Mahony Griffin, no sólo fue una de las primeras arquitectas graduadas en el mundo, pero también fue la primera empleada de Frank Lloyd Wright. Nacida en 1871, estudió arquitectura en el MIT. Después de graduarse en 1894, comenzó a trabajar para su primo, quien pasó a compartir un edificio con varios arquitectos, entre ellos Wright, quien contrató a Mahoney en 1895.
Siendo su primera empleada, Mahoney ejerció una influencia considerable en el desarrollo del estilo Prairie, mientras que susrenders en acuarela pronto se convirtieron en sinónimo de la obra de Wright. Como era típico de Wright en ese momento, él no le dio el crédito a ella.
Su colaboración terminó en 1909 cuando Wright se fue a Europa, ofreciendo dejar el estudio en manos de Mahony, quien se negó. Sin embargo, fue contratada posteriormente por el sucesor de Wright, bajo la condición de que ella tenía el control completo del diseño.
En 1911 se casó con Walter Burley Griffin, quien también trabajó con Wright. Los dos establecieron un estudio juntos y en poco tiempo se ganaron la comisión para diseñar la nueva capital de Australia.
La pareja se mudó a Australia para supervisar el proyecto, y más tarde se trasladó a la India, donde continuó trabajando hasta que Griffin murió en 1937. Después de su muerte, Mahoney se abstuvo de trabajar en arquitectura hasta su muerte en 1961.
3 – Eileen Gray
Eileen Gray nació en una familia rica aristocracia en Enniscorthy, Irlanda, en 1878. Después de estudiar arte en Londres, Gray se mudó a París en 1902 para continuar sus estudios. Después de haber estudiado trabajo en laca en el Soho, Gray estableció un estudio con el artesano japonés Seizo Sugawara para perfeccionar sus habilidades.
Ella se hizo famosa por sus obras de laca interna y no tardó en que se le ofrecieran comisiones de diseño de interiores por parte de clientes ricos. Cabe destacar que sus diseños arquitectónicos, utilizan pantallas de laca para dividir el espacio, borrando los límites entre los muebles y la arquitectura.
Usando su experiencia en diseño de interiores, diseñó E-1027 – una casa de vacaciones en el sur de Francia – con su amante Jean Badovici. La casa se convirtió en un banco de pruebas para probar diseños de muebles radicales, lo que llevo a algunos de sus trabajos más emblemáticos.
Después de separarse de Badovici, Gray se sentía separada de la casa. Una persona que no se sintió de la misma forma, sin embargo, fue Le Corbusier. Se obsesionó con E-1027 tanto, que construyo una pequeña casa para sí mismo cerca de esta y días después a escondidas entro a la fuerza para destruirla con sus propios murales.
Gray dedicó el resto de su vida a los diseños arquitectónicos, y en 1937 sus diseños para un centro de vacaciones se presentaron en el pabellón Esprit Nouveau de Le Corbusier en la Exposición de París. Sin embargo, ella se distanció de la comunidad y sólo otros dos proyectos, ambos diseñados para su uso propio, fueron construidos alguna vez.
A finales de la década de 1960 su trabajo fue casi olvidado. Ella murió en 1976.
4 – Lilly Reich
Muchas de las obras más famosas de Mies Van der Rohe, particularmente en el área del diseño de mobiliario, no habrían sido posible sin esta mujer. Se dice que rara vez Mies pedia la opinión de los demas, pero siempre estaba dispuesto a escuchar la de ella.
Nacida en Junio de 1885 en Berlín, Reich se trasladó a Viena después de la escuela secundaria para formarse como bordadora industrial – una carrera de diseño considerada adecuada para las mujeres de la época. A su regreso a Berlín en 1911, trabajó como diseñadora de modas y muebles y se unió a la Deutscher Werkbund – una federación de trabajo alemán – convirtiéndose en su directora por primera vez en 1920.
Su trabajo como diseñadora la llevó a Frankfurt, donde conoció a Mies Van der Rohe. Los dos se volvieron muy amigos y ella comenzó a trabajar en su oficina. En 1928, el dúo fue nombrado director artístico del pabellón alemán en la Exposición Universal de Barcelona, dando lugar a un diseño icónico de Mies, considerado durante mucho tiempo una de las obras que definen la modernidad.
Poco después, Mies nombro a Reich como la directora de la construcción y terminación de la escuela Bauhaus, de la cual él era su encargado. Su mandato se vio interrumpido cuando la escuela cerró en 1933 bajo la presión del partido nacionalsocialista. Durante la guerra, Reich consiguió algunos trabajos pequeños, pero su alianza de 12 años con Mies terminó cuando él se fue para América en 1937.
Ella permaneció encargada de sus asuntos en Berlín, donde logró salvar más de 4000 de sus dibujos de la destrucción por los bombardeos cuando los envió al escondido a una granja afuera de Berlín. En 1939, sin embargo, su estudio fue bombardeado y ella fue enviada a trabajos forzados a una organización de ingeniería civil, donde permaneció hasta 1945.
Después de la guerra tomó un trabajo enseñando diseño de interiores y construcción teórica en la Universidad de las Artes de Berlín. Ella también participó en reuniones para revivir el Werkbund, pero murió en 1947, tres años antes de que obtuviera la personería jurídica.
5 -Charlotte Perriand (en imagen)
Habiendo estudiado diseño de muebles en París, Charlotte Perriand solicitó un trabajo en el estudio de Le Corbusier en 1927. Sin dejarse impresionar por esto, no la acepto en el trabajo y comento: «Nosotros no bordamos cojines aquí» Sin embargo, más tarde, cuando su trabajo fue puesto en exhibición en el Salón de Otoño, el quedo tan impresionado por ella, que le ofreció un trabajo diseñando muebles.
Un año después de unirse a su estudio, Perriand ya había producido tres de los diseños de sillas más emblemáticos de Le Corbusier, el B301, B306 y el Comfort LC2 Grand.
A medida que los puntos de vista de Perriand se movían más hacia la izquierda, en la década de 1930 se involucró en muchas organizaciones de izquierda, fundando la Unión de Artistas Modernos en 1937. Notado por añadirle humanidad al trabajo racional de Le Corbusier, sus diseños empezaron a ser más asequibles y el uso de madera y de caña reemplazo el uso de cromo el cual era mucho más costoso.
Su objetivo era desarrollar mobiliario funcional y atractivo para las masas. En 1940 Perriand fue invitado a viajar a Japón para convertirse en asesora del Ministerio de Comercio e Industria.
Dos años después, la guerra la obligó a salir del país. Mientras regresaba a Europa fue detenida por un bloqueo naval y obligada a exiliarse en Vietnam. Allí estudió diseño oriental incluyendo el tejido y carpintería, que tuvo un impacto enorme en su obra posterior.
Fuente: ArchDaily