Llega la Navidad y con ello, además de los buenos deseos, las reuniones familiares y el ánimo de celebrar, están los regalos. Con la idea de aportar algunas consideraciones que los padres deben tomar en cuenta para evitar crear falsas expectativas en sus hijos y con ello sentimientos posteriores de desilusión, la psicóloga chilena Jessica Piña, entrega interesantes consejos para tener una Navidad con sentido.
Esta celebración se sustenta en una fantasía que se crea para los niños desde muy pequeños, alimentada por sus padres y figuras significativas. “Es una linda creencia, que gira en torno al comportamiento del niño y al tipo de regalo que recibirá como premio a su buen comportamiento”, señala la especialista.
“Si bien en un comienzo los regalos son una sorpresa, a medida que los niños crecen, estos presentes forman parte de la misma fantasía de esperar un determinado regalo del Viejito Pascuero, que cuando no se ajusta al presupuesto familiar, genera angustia y estrés en los padres”, asegura.
Enfrentar la realidad
Siempre es bueno plantearle al niño la realidad de una forma que pueda entenderla, y además se deben tomar los resguardos que impidan romper sus ilusiones. Por ejemplo, inducirlos cuidadosamente a escoger regalos acordes al presupuesto económico con el que sus padres cuentan.
“Comentarle al niño que el Viejito debe hacer regalos a muchos niños y que por ello debe escoger algo acorde y además estimularlo a tener más de una alternativa para que el Viejito escoja la que traerá, contribuye a disminuir sus expectativas por una cosa en específico a través de otros regalos que también le interesen”, explica.
Es importante que el niño comprenda que la Navidad no es sólo para él y que hay muchos niños y niñas que también quieren recibir regalos y celebrar el nacimiento de Jesús, que es el foco central de esta celebración.
Aumento de pataletas
Los niños acostumbrados a tener todo lo que piden sentirán frustración al no recibir el regalo esperado. De igual forma, a aquellos a los que se les creó la expectativa de recibirlo como premio a su buena conducta, tienen más posibilidades de sentirse decepcionados, manifestando enojo, rabia, tristeza y llanto, dependiendo de su personalidad. “Si además el niño tiende a hacer pataletas esto ocurrirá de todas formas y probablemente de manera más intensa que en otras ocasiones”, recalca la psicóloga.
Cuando el regalo no es el deseado
Según Jessica Piña, se puede tomar algunas consideraciones en caso que el regalo no haya sido el esperado:
– Proponer otra actividad previa, como después de abrir los regalos ir a visitar al vecino, compartir en familia, comer algo rico y celebrar los lindos regalos a recibir. Esto estimulará al niño a prepararse para algo muy especial.
– Incentivar a que otro abra primero su regalo manifestándose contento y agradecido por lo que recibió, poniendo énfasis en que no era lo que había pedido, pero de todos modos está feliz por la sorpresa.
Fuente: RevistaMujeres