Al menos ocho personas han muerto por causa de envenenamiento de monóxido de carbono que expiden sus generadores de emergencia después de que una tormenta de nieve pegó en la zona oeste-central, noreste de EUA y Canadá.
Miles de personas siguen sin energía hoy, dejando a muchos dependiendo de sus generadores para generar calor y electricidad para sus hogares. Las muertes por generadores de electricidad a base de gasolina que emiten monóxido de carbono (CO) son fáciles de prevenir.
“Generalmente son personas que usan los generadores mucho. Se vuelven complacientes, han usado sus generadores antes y nunca había sido un problema, pero depende de las circunstancias,” dice Mike Grant, director de operaciones en la agencia de emergencias en Maine.
En Maine, donde la compañía central de energía tiene unos 24,540 clientes sin energía, un hombre de 50 años murió de envenenamiento de CO mientras rellenaba su generador en una choza pequeña fuera de su casa.
“Pudo haber entrado ahí y ponerse una mascara para respirar el puro monóxido de carbono y no habría hecho una diferencia, porque es prácticamente lo que hizo,” dijo Grant. “Su familia lo buscó 15 minutos después y ya estaba muerto, así que no tarda mucho.”
El monóxido de carbono no tiene olor ni color y reduce la habilidad de la sangre de llevar oxigeno al cerebro. El cerebro sólo puede sobrevivir entre 4 a 6 minutos sin oxigeno antes de que uno pierda consciencia o se muera.
Más de 400 personas mueren al año en EUA por envenenamiento de monóxido de carbono accidental.
“Nunca uses ningún aparato que funcione a base de gasolina dentro de un sótano, estacionamiento o cualquier estructura cerrada aún si las ventanas y puertas están abiertas, a menos de que los equipos estén instalados profesionalmente y ventilado,” dice la CDC.
“Sólo abrir una ventana o una puerta podrá no ser suficiente porque el monóxido de carbono puede acumularse en cualquier esquina del cuarto. Recomendamos que os generadores estén afuera con un mínimo de 4 metros de distancia de cualquier puerta o ventana,” dice Grant.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.