La resaca es la consecuencia de beber en exceso bebidas alcohólicas en la cual hay dolores de cabeza, problemas gástricos (vómito, diarrea, erosión en mucosa gástrica), sed intensa debido a una deshidratación, dolor abdominal y muscular que causan sensación de debilidad, algunas flatulencias y embotamiento nervioso.
Para evitarla los expertos recomiendan beber lentamente y con el estómago lleno ya que si el cuerpo recibe el alcohol de golpe sin haber cenado o comido primero sus efectos son más rápidos dañando al organismo.
La cantidad adecuada de bebidas alcóholicas varían y depende del peso y sexo ya que de acuerdo al National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism las mujeres no deben consumir más de una copa o trago por día y los hombres no más de dos.Esto se refiere a tener en cuenta que un vaso corresponde a 355 militros de cerveza, 118 mililitros de vino o bien 44 mililitros de cualquier licor o destilado de 80 grados.
Para evitar deshidratación al día siguiente se recomienda beber dos vasos de agua entre los tragos que contengan alcohol, así se consume menos alcohol. Por otro lado, si al día siguiente se sufre por la resaca lo primero es comer bien, rehidratarse con soluciones electrolíticas y sopas como el consomé de pollo o res para reponer las sales y potasio que se pierden por deshidratación.
También se requiere de reposo, ya que las famosas crudas duran 24 horas por lo general y por lo tanto el cuerpo no está en óptimas condiciones. La ingesta de medicamentos con paracetamol debe ser cuestionada ya que este activo puede causar daño hepático cuando se combina con alcohol.
Y por último, hay que destacar que el consumo de alimentos y bebidas altos en fructosa (jugo de frutas o miel) ya que hay poca evidencia médica que demuestre que la fructosa ayude a metabolizar el alcohol más rápido o a eliminarlo de forma rápida.
Fuente: Su Médico