- La escritora, filósofa y profesora nació en París un 9 de enero de 1908, hace 106 años.
- Considerada la gran dama del feminismo francés, fue la eterna pareja de Sartre.
- Formó parte del grupo de autores que trataron el existencialismo con ensayos filosóficos como ‘El segundo sexo’.
Considerada la gran dama del feminismo francés, la pensadora formó parte del nutrido grupo de autores que trataron el existencialismo con ensayos filosóficos como El segundo sexo.
Esta obra, en la que escribió «No se nace, se deviene mujer», supuso una aportación clave al feminismo y cambió el pensamiento occidental. Toda la obra de Beauvoir (1908-1986) esconde grandes reflexiones sobre la creación literaria o el desarrollo del pensamiento político comunista, antes y después de la Segunda Guerra Mundial.
En el año 2008 nacía en su honor el Premio Simone de Beauvoir por la Libertad de las Mujeres. Musa eterna de Jean-Paul Sartre, juntos formaron una pareja extraña en lo emocional y una unión de conveniencia política e intelectual. A Sartre se le ocurrió la idea de firmar con De Beauvoir un contrato de dos años, renovable, durante los cuales vivirían «en la más estrecha intimidad posible», pero distinguiendo entre «amor necesario» (el suyo) y «amores contingentes» (los amantes).
Beauvoir huyó del matrimonio, vivió su bisexualidad y renunció a la maternidad, incompatible con su vocación de escribirDespués de esos dos años, cada uno recuperaba su libertad unos años, antes de volverse a unir, una fórmula no exenta de sufrimiento, pero era el precio a pagar por tener garantizada la libertad, según la biógrafa de De Beauvoir.
A sus 50 años, al escribir La plenitud de la vida (1958), puso todo su empeño en demostrar que superaron la prueba y que a partir de ahí formaron una especie de unidad con dos cabezas. Un enlace que terminó con la muerte de él en 1980 (ella fallecería seis años más tarde) y que superó los vaivenes emocionales de nuevos tríos amorosos, siempre con jovencitas, y de amantes más o menos estables en la vida de ambos.
Precisamente en 2013 se cumplieron 70 años de la publicación de La invitada (1943), su obra debut, en la que la intelectual plasma el triángulo amoroso entre ella y Sarte con una joven que fascinaba a ambos, y que le sirve para cuestionar el modelo burgués de pareja y de familia, así como explorar los dilemas existencialistas de la libertad, la acción y la responsabilidad individual.
Autora además de memorias, novelas y diarios, además del género ensayístico, la francesa destacó por luchar no sólo en defensa de los derechos de las mujeres sino del ser humano en general. Para la autora de ensayos clave como La vejez (1970) «la vida es un largo combate por el que se llega a ser uno mismo, esa es la tarea más elevada e ineludible de todo ser humano».
Para De Beauvoir todo se construye, incluida la felicidad y, por supuesto, la identidad personal. Ella abraza una filosofía que confía a las personas, y solo a ellas, la responsabilidad de labrar sus propios destinos. Tal vez por eso, fiel a sus principios y vocaciones, Beauvoir jamás se casó, vivió su bisexualidad y renunció a ser madre para dedicarse por entero a la tarea de escribir.
Fuente: 20M