Pintura, escultura y video e instalación podrán apreciarse como parte de “Obsesión infinita”, de la artista japonesa Yayoi Kusama (1928), que llegará a las salas tres y cuatro del museo de Rufino Tamayo Arte Contemporáneo, del 25 de septiembre de 2014 al 19 de enero del 2015.
Curada por el franco-canadiense Philip Larratt-Smith y Frances Morris, la muestra promete ser un recorrido exhaustivo por la carrera de Kusama a través de más de 100 obras creadas entre 1949 y 2013, destacó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Esta retrospectiva, añadió, exhibe las múltiples facetas de la artista, desde su aproximación al pop, hasta sus instalaciones o intervenciones públicas.
El denominador común de sus obras son los lunares, el punto y los círculos mezclados con una paleta de colores estrafalarios que se filtrarán por todas las paredes del recinto.
“Nuestra tierra es sólo un lunar entre los millones de estrellas del cosmos. Los lunares son un camino al infinito. Cuando borramos la naturaleza y nuestros cuerpos con lunares, nos integramos a la unidad de nuestro entorno. Nos volvemos parte de la eternidad…”, explicó la artista a medios internacionales.
El proyecto presentará alucinaciones que sufrió la artista, por medio de la ansiedad que origina estar rodeado de pacientes en un hospital psiquiátrico, lugar en el cual reside voluntariamente desde 1977.
Como dato para poder entender su obra, la artista fue diagnosticada con un desorden obsesivo compulsivo desde la infancia, ya que desde muy pequeña, sufría alucinaciones.
Kusama, también conocida como “La princesa de los lunares”, encontró una forma de plasmar sus trastornos en el arte. Esto le llevó a ser una revolucionaria que innovó el “Pop art”.
Su trabajo es internacionalmente reconocido y valorado. Sus instalaciones consisten en la colocación de espejos sobre las cuatro paredes de una habitación, se apagan las luces y miles de focos y luces llenan el espacio, al puro estilo de la artista.
Yayoi Kusama vivió y desarrolló gran parte de su carrera en la ciudad de Nueva York, lugar donde conoció a los artistas estadounidenses Donald Judd (1928-1994), Andy Warhol (1928-1987), Claes Oldenburg (1929) y Joseph Cornell (1903-1972).
La técnica artística, antes utilizada como método para paliar su trastorno, actualmente es una invocación, un hito para todos aquellos que buscan lo reformador y la extravagancia como “La princesa de los lunares”.