Experto da a conocer los riesgos de consumir mucha grasa y poca fibra, uno de los problemas más comunes en esta época.
El cáncer colo-rectal está asociado principalmente al alto consumo de productos grasosos y a la pobre ingesta de fibra, señaló el experto en Oncología del IMSS en Jalisco, Carlos Alberto Ronquillo Carreón.
Afirmó que la occidentalización de la dieta es la principal hipótesis en torno a esta forma de cáncer que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se posiciona como la primera neoplasia del tubo digestivo estimándose que cada año se diagnostican un millón de casos a nivel global.
Dijo que la tendencia creciente de esta forma de cáncer, según la propia OMS, hace proyectar que para el 2020, es decir, en apenas seis años, su incidencia se duplicará.
“De ahí que hiciera un llamado a la población a modificar factores de riesgo que facilitan su aparición, entre ellos el sedentarismo y la consecuente obesidad, así como el tipo de alimentación rica en grasa y pobre en fibra”, resaltó.
En este, como en otras formas de cáncer, entre ellos el de mama y el cérvico uterino, la detección temprana: “Puede marcar una conducta impactante en cuanto a la expectativa de salir adelante de este tipo de problemas e incluso quedar, vamos a llamarlo así, curado de este tipo de enfermedad”, señaló el experto.
Agregó que el cáncer colo-rectal cursa con una fase premaligna que dura uno o dos años y si se capta y trata en esta, un procedimiento quirúrgico pequeño, conservador, incluso puede ser altamente resolutivo.
“El problema es cuando la enfermedad avanza porque entonces la cirugía puede no ser el único medio, sino que se requiera quimioterapia, radioterapia y en algunos casos pudiera cobrarle la vida al paciente”, dijo.
Sobre los síntomas del cáncer colo-rectal, comentó que existen casos en que no hay ninguno en absoluto, pero en algunos pacientes la expulsión de sangre por el recto, que puede confundirse con hemorroides, pudiera ser un indicio, así como el estreñimiento o bien, el adelgazamiento de heces, dificultad al obrar y eventualmente dolor.
Indicó que los casos heredo-familiares de la enfermedad, por lo general aparecen en personas jóvenes, antes de los 45 años, sin embargo hasta el 95 por ciento se presenta después de dicha edad e incluso a partir de la quinta década de la vida.
Aconsejó a personas en este rango, en especial si tienen antecedentes familiares de cáncer colo-rectal, estén atentas a cualquiera de los síntomas antes descritos, cuidar su alimentación y practicar ejercicio periódicamente.
Mencionó que es fundamental modificar hábitos alimenticios y reducir las grasas en la dieta, pero también es muy aconsejable incrementar la fibra contenida sobre todo en vegetales, frutas y cereales, y procurar la realización de por lo menos 30 minutos de ejercicio al día para evitar la obesidad.
Fuente: Mujer al día