Sobrevivir 50 años de matrimonio es una proeza, sobre todo hoy en día, cuando cada vez menos parejas se casan o, si lo hacen, el divorcio parece estar a la vuelta de la esquina.
En varios países del mundo, los gobiernos centrales o locales reconocen el hito con mensajes especiales de felicitación o, como en Chile, con un bono.
Pero en Polonia el medio siglo de convivencia conyugal se honra con una medalla presidencial.
La distinción, usualmente reservada para honores militares, se entrega a aquellos que hayan sobrevivido esas maratónicas relaciones en ceremonias formales que incluyen alfombra roja, champaña y rosas.
Comunismo y catolicismo
La medalla marital de Polonia fue introducida durante el régimen comunista en 1960, un tanto en contradicción de la filosofía de esa revolución que instaba a las mujeres a participar plenamente en el mercado laboral.
El sentimiento general en ese país era que la mujer, en lugar de manejar un tractor o trabajar en una mina, debía dedicarse al hogar y la crianza de los hijos y que el valor de ese esfuerzo tenía que ser reconocido.
Esa mentalidad también coincidía con la fuerte tradición católica en Polonia, que se mantuvo sólida durante el largo período de dominio comunista.
“Para calificar, hay que invertir más de 18.000 horas firmes de trabajo. Para otras medallas se requiere menos, así que es realmente una proeza el haber pasado el último medio siglo juntos” – Hanna Gronkiewiecz-Waltz, alcaldesa de Varsovia
Según historiadores, el líder del Partido Comunista de esa época, Wladyslaw Gomulka, estaba felizmente casado y desaprobaba el divorcio y la vida licenciosa.
Hoy en día, la medalla presidencial se entrega a los matrimonios que cumplen 50 años de casados durante una ceremonia en los ayuntamientos de las ciudades de las respectivas parejas.
A principios de este mes, la alcaldesa de la capital Varsovia, Hanna Gronkiewiecz-Waltz, honró a una veintena de parejas conmemorando sus bodas de oro.
Los galardonados tomaron turnos caminando por un tapete rojo para recibir la medalla enchapada en plata y una rosa para las esposas. La ceremonia culminó con un brindis de champaña entre los aplausos y fotos de los familiares y amigos.
Esta tradición se repite en otras ciudades y, según el despacho del presidente, se entregan un promedio de 65.000 medallas al año.
Es el reconocimiento a un arduo trabajo, le dijo a la agencia AFP la alcaldesa Gronkiewiecz-Waltz. “Para calificar, hay que invertir más de 18.000 horas firmes de trabajo. Para otras medallas se requiere menos, así que es realmente una proeza el haber pasado el último medio siglo juntos”.
Mensajes, saludos y bonos
Otros gobiernos e instituciones alrededor del mundo también celebran este hito, aunque de manera más sutil.
En Estados Unidos, la Casa Blanca envía un saludo personal de quien sea el ocupante en ese momento.
En Canadá, el gobernador general de la mancomunidad, también ofrece un saludo a las parejas que cumplen 50 años de casados y lo sigue haciendo cada cinco años después.
Igualmente en Australia, el deber lo hace el gobernador general pero a este también se le pueden unir en el mensaje de felicitación el primer ministro y el líder de la oposición.
Sin embargo, en Gran Bretaña, hay que esperar hasta cumplir seis décadas de unión -las bodas de diamante- antes de que la reina les envíe el saludo real.
Por otra parte, el Vaticano, puede dar su bendición -a través de la diócesis local- a aquellas parejas que lo soliciten, empezando con el 25 aniversario de bodas.
Pero el gobierno que le ha añadido una medida más pragmática al reconocimiento con honores a las parejas duraderas es Chile, que entrega un bono único de 270.000 pesos (unos US$450) que se divide por partes iguales entre marido y mujer.
El bono fue promulgado por el presidente conservador Sebastián Piñera en 2011, en “reconocimiento a la importancia de la familia”.
Según la página internet de Previsión Social de Chile, el gobierno ha entregado 212.000 bonos hasta la fecha.
No obstante, en todos estos países las tasas de matrimonios están en declive.
Cada vez hay más parejas que optan por uniones informales. Aquellas que contraen nupcias lo hacen más tarde en sus vidas, lo que hace llegar al 50 aniversario un verdadero desafío.
Eso sin considerar que el divorcio es un opción que está a la mano de muchos, fomentado por una creciente igualdad de sexos, mayor independencia de las mujeres y aceptación social de las personas separadas.
Con la cantidad de obstáculos que se pueden presentar en una relación, es posible que, hoy en día, pocos estén dispuestos a resistir 50 largos años de convivencia con la única perspectiva de recibir una medalla, o un bono, al final del camino.