La ciudad del Vaticano tiene el récord de consumo de vino per cápita en el mundo.
Cada habitante de la Santa Sede bebió un promedio de 74 litros de vino en el año 2012, según un reciente estudio del Instituto del Vino en California.
Eso equivale a consumir 98 botellas al año, lo que supone el doble que en Italia y Francia y el triple que en Reino Unido, de acuerdo con la misma estadística.
¿Por qué los habitantes de la minúscula Ciudad del Vaticano toman más vino per cápita que ningún otro estado en el mundo? ¿A qué se debe tal ingesta del alcohol en la Santa Sede?
Su uso en las homilías podría ser la primera causa que se viene a la imaginación pero “no es una explicación posible”, según el columnista del diario The Universe Catholic Weekly Michael Winterbottom.
“La mayor parte del tiempo no hay vino en la comunión”, afirma Winterbottom. “Además el vino sacramental no se agarra de cualquier estantería porque es necesario que sea de pura uva y no estar mezclado con otras sustancias”, según las exigencias del Derecho Canónico.
Pequeños países, grandes bebedores
El pequeño tamaño del país es otro factor que puede haber alterado los resultados, señala el Instituto del Vino. La población de la Ciudad del Vaticano es de alrededor de 800 personas.
Su dimensión probablemente afecta en las estadísticas, una razón que se extrema en el caso del Vaticano porque la ausencia de niños contribuye estadísticamente a un mayor consumo de vino por persona.
El Vaticano no es el único país pequeño que obtiene puestos relevantes en esta lista.
Luxemburgo es el segundo, con un consumo de 56 litros por cabeza al año.
El país centroeuropeo tiene 535.000 habitantes.
Andorra, por su parte, bebe 46 litros por persona.
Entre los estados que no tienen esas características especiales por su reducido tamaño, Eslovenia consume 43 litros, Croacia 42 y Macedonia 41,5. Portugal bebe 41 litros, Suiza 38 e Italia se queda en 37,6, la mitad exacta que el Vaticano.
El ‘duty free’ del Vaticano
La prensa italiana, se inclina a pensar que son los bajos precios del supermercado del Vaticano los que inflan de manera artificial su consumo de vino. En esta pequeña tienda, conocida como el “Spaccio dell’Annona” los impuestos son mucho menores que en Italia.
“La oferta de vinos en este supermercado es bien atractiva, vinos de reputadas bodegas se venden a buenos precios. Pero presumiblemente no todas esas botellas serán consumidas dentro de los muros del Vaticano”, asegura el diario italiano La Stampa.
Pero en esta tienda no puede comprar cualquiera. Tan sólo los titulares de la tarjeta del Vaticano, que se concede a residentes y trabajadores de la Santa Sede, podrán gozar de estos descuentos similares a los que hay en los ‘duty free’ de los aeropuertos.
Sea cual sea el motivo, el Vaticano bebe más vino por persona que otros países.
Además, según el estudio, su consumo de vino se incrementó en un 20% de 2011 a 2012. En 365 días pasó de 62 litros por cabeza a 74.