Muchas mujeres se preguntan sobre sus cambios emocionales fluctuantes y se desconciertan al no encontrar respuesta frente al tema. A veces se suele “culpar” a las hormonas durante el ciclo menstrual por esta situación.

Pues bien, es verdad que las hormonas que produce naturalmente nuestro cuerpo cumplen un rol principal en nuestros cambios de estado de ánimo y sentimientos (por ejemplo, se ha comprobado que una producción excesiva de tiroideas causa ansiedad, que las endorfinas son muy importantes para no sufrir estados de depresión y que los estrógenos ayudan a mantener el deseo sexual).

Es muy común escuchar a hombres decir “está hormonal” cuando se refieren a que sus parejas o compañeras reflejan cambios de ánimo repentinos; hasta nosotras decimos “no me hayo, estoy en mi etapa hormonal”. A diferencia de los hombres, que producen regularmente las mismas hormonas a lo largo de su vida con mínimas variaciones, la producción hormonal de las mujeres puede llegar a variar de un día para otro, causando un desequilibrio hormonal y, por ende, cambios en los estados emocionales.

Muchas mujeres luchan contra estas alteraciones de humor, y lo que pueden producir es el efecto contrario, la emoción o el sentimiento se acentúa más. Por ello, es muy importante conocernos a lo largo de nuestros ciclos para saber como reacciona nuestro cuerpo y nuestro ser frente a estos cambios. Si nos abrimos a sentir la emoción y la reconocemos, podremos ser conscientes del momento y saber cómo manejarnos.

A lo largo de nuestro ciclo menstrual vivimos días en los que somos muy sensibles a los comentarios de otras personas, otros días sentimos que estamos llenas de fuerza, energía y vitalidad para llevar a cabo una meta, en otros no queremos salir de nuestra cueva y también podemos sentir que tenemos una conexión divina espiritual con nuestra alma y el universo. En otras palabras, en 28 días (o lo que dure el ciclo de cada mujer) podemos llegar a experimentar un abanico de emociones y sentimientos frente a nosotras mismas y el mundo exterior. Por esta razón, yo recomiendo a las mujeres consultantes (y explico a los hombres de qué se trata para que comprendan) hacer un calendario emocional que a continuación explicaré:

Como hacer un calendario femenino

En un calendario día a día escribe:

-Emociones y sentimientos experimentadas a lo largo del día: rabia, rencor, soledad, tristeza, felicidad, alta autoestima, plenitud, gratitud, tranquilidad,etc.

-Nivel de energía: dinámica, sociable, sexual, etc

-Salud: debilidad, calidad de sueño, cambios físicos, alimentación, etc.

-Sexualidad: activa, pasiva, nula, sensual, etc.

-Manifestaciones externas: creatividad, concentración, distracción, forma de vestir, facultad para afrontar diferentes situaciones, etc.

-Periodo del ciclo menstrual: preovulatoria, ovulatoria, premenstrual y menstrual.

-Fase en la que se encuentra la luna: Menguante, luna llena, luna creciente, etc. (Es importante también anotar el día en que se encuentra la luna, pues esta comprobado que nuestro comportamiento cambia también dependiendo en la fase en la que esta se encuentre.)

Al hacer este calendario y tener un registro de nuestras emociones y nuestros cambios podemos observar un patrón anímico que podremos aprovechar a nuestro favor. Todas las mujeres tenemos un ciclo físico que tiene lugar todos los meses y consta de 4 fases:

1. La preovulatoria, ovulatoria, premenstrual y menstrual. En las leyendas y la mitología, en estos 4 ciclos es donde suceden los cambios. En el ciclo preovulatorio la energía de la mujer es dinámica, radiante, tiene confianza en sí misma, es sociable y capaz de afrontar cualquier situación. Tiene un gran poder de concentración, por lo que es un buen momento para empezar nuevos proyectos.

2. En la etapa ovulatoria la energía de la mujer es maternal y pierde interés por su propia persona para enfocarse en los demás. Sus deseos y necesidades pasan a un segundo plano, se vuelve protectora, irradia amor y armonía y su deseo sexual se manifiesta como una experiencia de amor profundo y deseo de compartir. Las energías son tan fuertes que puede atraer a los demás como si fuera un imán.

3. Las energías de la mujer en la etapa premenstrual cambian a enfocarse más en sí misma. Toma conciencia de su ser interior, su sexualidad se hace más poderosa y su creatividad está en el más alto nivel de expresión. Puede que en esta etapa el nivel de concentración disminuya pero el nivel de intuición y capacidad para soñar se elevan intensamente.

4. En la última etapa, la etapa menstrual, la energía de la mujer se vuelve contenedora e intuitiva y dejan de buscar en lo exterior para concentrarse en sí mismas. Es la etapa de la introspección, la oportunidad de buscar solución a los problemas y aprender a perdonar, aceptar el pasado y la incertidumbre del futuro. En el campo sexual, la mujer eleva su espiritualidad en vez de mover estas energías al campo físico.

Todas las mujeres tenemos ciclos diferentes, por esto es muy importante que cada una haga su propio calendario para que observen los diferentes cambios que experimentamos y, así, aprovecharlos para nuestro bienestar y para conectarnos con nuestras diferentes energías. Cuando hayas realizado este ejercicio podrás resumir los datos anotados en los diferentes meses y te darás cuenta de los patrones emocionales o anímicos por los que pasas durante las diferentes etapas.

Fuente: fucsia