Cuando estamos envueltos en una pelea, la ira, la molestia y el dolor nos pueden llevar a cometer equivocaciones que agravan la situación. Toma nota de lo que no debes hacer, si quieres llevar con serenidad tu relación.
La mayoría cuenta que tratan de hablar sobre el problema pero no llegan ni encuentran ninguna solución. Al momento de indagar sobre estas conversaciones, observo que en ellas se encuentran errores comunes que tendemos a cometer cuando tratamos de hablar abiertamente con nuestra pareja y, por esto, nos encapsulamos en una misma discusión sin llegar a ningún acuerdo.
A continuación expondré cuatro errores comunes que encontramos en las discusiones.
1. Convencer al otro
Después de tener una discusión con nuestra pareja tratamos de analizar qué fue lo que ocurrió para poder cambiar o mejorar. Cuando vemos claridad en el asunto queremos explicar cómo vemos la situación y las conclusiones a las que hemos llegado desde nuestro punto de vista para que la otra persona cambie. Error.
En una discusión, por más suave que sea el tono que se utilice al decirle a una persona que debe cambiar alguna actitud, se genera una reacción defensiva. En lugar de decirle a la persona qué debe cambiar para que comparta nuestro punto de vista, debemos preguntarnos ¿cómo ve él o ella la situación, cómo se siente, qué cree que puedan hacer para solucionar el problema y, a qué se comprometen los dos?
Si la otra persona se siente comprendida su reacción no será a la defensiva y producirá un alivio al momento de expresar sus sentimientos. En estas situaciones no debemos convencer a la otra persona, sino ponernos en los zapatos del otro para comprender la situación y construir juntos la solución por medio de acuerdos.
2. Vivir en el pasado
Las parejas suelen traer problemas del pasado a las discusiones actuales. Esta situación hace que los problemas sean más complejos de sanar ya que es más difícil solucionar un problema si se está reviviendo una situación constantemente. Es importante sanar el pasado con la pareja y no reavivarlo. Una forma saludable de referirse al pasado es aprender de esa situación, más no cagarle más peso negativo al presente.
3. Tomarse las cosas personalmente
Muchas personas al discutir se toman las cosas como si la otra persona lo estuviera atacando o menospreciando. Es importante no tomarse las cosas así, pues en muchas ocasiones la pareja, en su momento de dolor, no sabe cómo expresar sus sentimientos y puede culpar a su pareja desde su miedo o desde su malestar. En estas situaciones es importante respirar profundo y comprender el mensaje que la persona nos quiere transmitir sin que el ego se interponga en el momento.
Si nos tomamos todo personalmente entraremos en una dinámica en que cada uno estará enganchado defendiéndose a sí mismo desde sus perspectivas, en vez de observar la situación como un todo. Para combatir este momento es bueno comentarle a la persona qué siente o cómo se siente cuando escucha las cosas que la pareja le está diciendo.
4. Insultar a la pareja
Por mas rabia, dolor, histeria, y otras emociones negativas, en ninguna ocasión se debe insultar, humillar, despreciar o faltar el respeto. Cuando esto ocurre, el daño que se hace consciente e inconscientemente entre los dos es casi irreparable, ya que se crea un dolor interno parecido a una grieta en nuestro interior que causa una brecha difícil de sanar.
La sexualidad no solo embarca la parte biológica del sexo, también tiene dimensiones psicológicas y sociales. Cuando una pareja mantiene discusiones permanentemente, estas se verán reflejadas en su intimidad, pues se crean fisuras entre los dos que hacen que las relaciones sexuales pasen a un segundo o tercer plano. Por esto es importante ser conscientes al momento de discutir para que se saque el mayor provecho a estas diferencias aprendiendo de las situaciones y no se queden guardados entre los dos.
Fuente: Fucsia