La tecnología del hogar fue todo un éxito en el último Mobile World Congress 2014 celebrado el pasado mes en Barcelona. Todo este impulso nos hace replantearnos que el llamado «internet de las cosas» será uno de los pilares de los próximos años.
Pronto podremos controlar desde nuestro celular o computadora todas las tecnologías del hogar. La nevera, el coche, la calefacción… Todo estará ligado a nuestros smartphones o tablets. La casa tecnológica del futuro está cada vez más cerca. Sin duda, la comunión del ser humano con la tecnología será aún más estrecha.
Junto a ello, podríamos plantearnos la posibilidad de la explosión de la inteligencia artificial. Entre las mejores partidas de ajedrez de todos los tiempos se encuentra la de Deep Blue contra Kasparov. Esa fue la primera vez en la que una computadora ganaba a la inteligencia humana. Tras ella, en 2011 se celebró el primer concurso de Jopardy, hombre contra máquina.
El IBM Watson terminó derrotando en esta batalla a los campeones Ken Jennings y Rutter Brad. Su capacidad mental se incorporó en la investigación médica y salvó cientos de vidas. La investigación a favor del desarrollo intelectual de las máquinas sigue en aumento, la misión es conseguir que la tecnología supere y ayude al humano.
Y no solo se trata de una ayuda externa, la tecnología está cada vez más dentro del cuerpo humano. Ojos biónicos, implantes, todo tipo de maquinarias que sustituyen a la biología natural y le da vida a muchas personas. Los avances en temas de salud siguen su desarrollo y lo que hace unos años era una rareza ahora es algo más del día a día. El mundo está repleto de cyborgs que le deben la vida a los microchips.
Al margen de la necesidad tecnológica de las personas. La contaminación ambiental aumenta a unos niveles terroríficos y la posible solución a la mejora del medio ambiente podría encontrarse entre la tecnología. Claro está que no hablamos de una alteración climatológica, pero sí de una reproducción de individuos asistida o innovaciones que eviten la pérdida de especies.
Las Contact Lens Smartphones ya son una realidad, el desarrollo de la Nube es innegable, la nanotecnología está en pleno crecimiento y hasta se habla de un remedio para la desalinización del agua que ayudará a millones de personas. Aún así, quizá la revolución más importante del sector llegará por parte de la robótica.
En el último año, Google ha adquirido ocho compañías dedicadas a desarrollar máquinas autónomas. La intención de Google no es el terreno militar, pero se ha convertido en el nuevo vicio de la empresa. Seguro que en poco tiempo veremos resultados más que sorprendentes. Solo esperemos que los robots no acaben liderando el mundo como si de una buena película de ciencia ficción se tratase.