Si no hace mucho leíamos que McLaren había propuesto un sistema para sustituir los limpiaparabrisas por una tecnología de ondas usada en aviones, ahora son algunos los fabricantes que han vuelto a insistir a las autoridades estadounidenses con sustituir los espejos retrovisores. Una idea que viene de lejos, pero que choca con la normativa a la hora de fabricar vehículos.

La idea se basa en el empleo de cámaras que permitan acabar con los ‘puntos muertos’ de los retrovisores. Las ventajas, según fabricantes como Tesla, serían varias: mejorar la seguridad y la aerodinámica del automóvil a través de diminutas cámaras que envíen información al conductor y también un ahorro de combustible.

Los avances para mejorar la visibilidad de los espejos retrovisores han supuesto un de los grandes esfuerzos de las marcas en los últimos años.

Sus coste, según puede leerse en medios estadounidenses como Fox News, no sobrepasaría los 132 dólares (algo menos de 100 euros) por vehículo.

EE UU exigirá detección posterior en 2018

Todos los vehículos utilitarios que se comercialicen en EE UU deberán contar con tecnología de «visibilidad» (detección) en su parte posterior a partir de 2018, para reducir los accidentes marcha atrás, informó esta semana la Administración de Seguridad Nacional en Carreteras (NTHA, en inglés).

La nueva norma exigirá que todos los automóviles de menos de 4.500 kilos dispongan de tecnología para que el conductor pueda detectar objetos o gente en una zona de entre tres y siete metros, según el organismo regulador de tráfico en EE.UU.

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