Desarmas unas pinzas para ropa quitándole el resorte de metal, luego volteas ambas partes y las vuelves a juntar.
Con un cuchillo o algo puntiagudo haz un hueco para las municiones, luego pegas las dos piezas. Cuando ya se seque el pegamento, vuelve a meter el resorte de metal en el espacio entre los clips, y la otra parte del resorte dejala fuera. Luego metes un cerillo o un palillo y tienes un pequeño arma divertido con la cual podrás fastidiar a la gente o lo que se te ocurra hacer con él.