En 1876, Thomas Edison patento la pluma eléctrica. Dos décadas más tarde, un residente de Nueva York, Samuel O’Reiley modificó el invento de Edison y creó la primera máquina para tatuar.

Viendo cómo tatúan a una persona puede causarte ñañaras, pero este clip del artista Guet trabajando es algo que no podrás dejar de ver. En cámara lenta, podemos ver las agujas que funcionan con poder electromagnético mover la piel como un trampolín.

Se parece un poco como las repeticiones en las peleas de box donde ves que sus caras se mueven independientemente del resto de sus cabezas después de recibir un golpe directo en la cara.

En este video recordamos que tatuar si es un arte impresionante. Viéndolo no puedes evitar sentir el impacto de lo único que es la máquina de tatuajes.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.