Una vez que las esporas se pegan a una hormiga, el hongo parasítico, Ophiocordyceps inlateralis, penetra la cutícula y comienza a infectar su cerebro.
Aplica una especie de control mental y obliga a la hormiga a subir a un punto alto, dónde las esporas podrán tener el mayor alcance. Ya habiendo llegado suficientemente alto, la hormiga se prensa al tallo con sus dientes para quedarse en su lugar.
En este momento muere la hormiga y el hongo termina de invadir el resto de su cuerpo. Eventualmente el tallo del hongo sale por detrás de la cabeza de la hormiga hasta que termina de crecer y libera sus esporas para contaminar a otras hormigas.
Si alguna hormiga infectada es descubierta por otra, los obreros se lo levan lejos de la colonia ya que este hongo tiene la potencial de acabar por completo con una colonia entera.
Este no es el único hongo como este. Existen miles de hongos similares que se especializan en diferentes especies de insectos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.