Decir que un invento tiene la potencial de cambiar al mundo suele ser una exageración, pero en este caso, parece ser muy cierto. Julian Melchiorri ha creado la primera hoja biológicamente funcional hecha totalmente por el hombre.
Para darte una idea de qué tanto puede alterar al mundo este invento, primer tienes que entender lo importante que la vegetación normal es para la Tierra. Siendo los únicos organismos capaces de convertir la luz del Sol en alimento, las plantas son los principales productores de toda la alimentación del planeta. Este proceso también produce el oxígeno que respiramos y limpia el aire de contaminantes y el exceso de dióxido de carbono y ayudan a regular el clima del planeta.
La creación de Melchiorri puede reproducir cualquiera de estos beneficios con materiales hechos por el hombre. De hecho, esta hoja artificial podría hacer mucho más, permitiendo a nuestros astronautas viajar distancias más largas en el espacio y posiblemente hasta colonizar nuevos planetas.
“Las plantas no crecen en cero gravedad,” explica Melchiorri. “La NASA esta investigando diferentes formas de producir oxígeno para viajes largos en el espacio para permitir que sobrevivamos en el espacio. Este material podrá permitirnos explorar el espacio mucho más lejos de lo que podemos actualmente.”
La hoja hecha por el hombre fue desarrollada como pare del curso de ingeniería de diseño de innovación del Royal College of Art’s en colaboración con el laboratorio de seda de Tufts University. Esta hecho de cloroplastos que están suspendidos en una matriz de proteína de seda. Los cloroplastos son derivados de células de planta y la proteína de seda es extraída de fibras naturales de seda. Como las hojas de una planta, el material sólo requiere exponerse al sol y un poco de agua para producir oxígeno.
“La hoja de seda es la primera hoja biológica hecha por el hombre,” dice Melchiorri. “Es muy ligero, consume poca energía y es completamente biológico.”
La potencial para esta innovación no se puede medir. Aparte de producir oxígeno para astronautas, la hoja de seda también puede ser usado como material de construcción para producir aire limpio para edificios. Mechiorri hasta ha desarrollado algunos usos sencillos para el hogar con el material, como pantallas para lámparas que producen oxígeno y a la vez sirven de decoración. Lo más importante, sin embargo, es que el material podría servir para compensar por la expulsión de dióxido de carbono, por lo tanto, ayudando a regular el clima de la Tierra y combatir el calentamiento global. La deforestación podría ser compensada por usar edificios y otras estructuras forradas con el material de la hoja de seda.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.