Este mineral, en la gestación, está relacionado con el desarrollo cerebral y la capacidad cognitiva del recién nacido, dice estudio.

La deficiencia de yodo en una mujer en etapa de gestación puede tener influencia en la inteligencia del recién nacido, señala un estudio desarrollado por científicos del proyecto europeo ‘Nutrimenthe’, coordinado por la profesora Cristina Campoy Folgoso, de la Universidad de Granada (UGR).

Durante algunas investigaciones, se demostró que los niños de ocho años de edad cuyas madres tuvieron deficiencias de yodo en el embarazo se vieron tres puntos abajo en el coeficiente intelectual, respecto a otros niños sin este problema, además de una mala habilidad para la lectura al cumplir nueve años.

Los especialistas señalaron que el yodo tiene una relación estrecha con el desarrollo cerebral, además de los procesos metabólicos del organismo, por lo que una deficiencia de este elemento en etapa de gestación incide en el desarrollo cognitivo del bebé.

Es por ello que los especialistas recomiendan que las mujeres embarazadas consuman yodo cuya fuente sean alimentos naturales, sobre todo pescado, mariscos y productos lácteos, no obstante, no aconsejan consumir algas o suplementos de éstas, ya que podría provocar problemas en la tiroides por exceso de consumo de este mineral.

La ingesta de yodo al día debe ser de 250 microgramos, en embarazo y lactancia, mientras que para el resto de adultos es suficiente con 150 microgramos al día.

20 Minutos, 10 Julio 2013.