Un comentario en Facebook durante una discusión acerca de un videojuego fue suficiente para que Justin Carter quedara tras las rejas durante meses y se enfrentara a la posibilidad de cumplir una condena de varios años en prisión.
Carter, de 19 años, está encerrado desde febrero en la prisión del condado de Comal, cerca de San Antonio, Texas, y se encuentra bajo vigilancia para prevenir un potencial suicidio. Enfrenta cargos por amenazas terroristas, un delito por el que teóricamente podrían condenarlo a hasta ocho años de prisión.
“Está muy deprimido. Está muy asustado y le preocupa mucho no salir de prisión (…) Prácticamente perdió toda esperanza”, dijo a CNN el padre de Justin, Jack Carter.
En febrero, Justin y un amigo discutían en Facebook con alguien acerca del videojuego en línea League of Legends.
“Alguien me dijo algo como ‘Oh, estás enfermo. Estás loco. Estás muy mal de la cabeza’”, dijo Jack Carter a la filial de CNN en Austin, KVUE.
Según los documentos de la corte, Justin respondió: “Estoy jodido de la cabeza, sí. Creo que voy a disparar contra un kinder y veré cómo llueve la sangre de los inocentes y me comeré el corazón palpitante de uno de ellos”.
Jack Carter dijo que su hijo agregó “LOL” (las siglas que en inglés expresan “carcajearse”) y “J/K” (las siglas en inglés de “solo bromeaba”), lo que indicaba que el comentario no iba en serio.
Sin embargo, alguien —Carter dice que fue una mujer que estaba en Canadá— notó el comentario y lo reportó a las autoridades.
Habían pasado dos meses desde el mortífero tiroteo en una escuela primaria de Newtown, por lo que el reporte no se tomó a la ligera. Según los documentos de la corte, Carter vivía a menos de un kilómetro de una escuela primaria en New Braunfels, Texas.
El 13 de febrero se emitió una orden de cateo y, una semana más tarde, un juez emitió una orden para su aprehensión.
“Pensé que era una broma”, dijo Jack Carter a CNN.
“No podía creerle a la persona que me llamó. Les decía una y otra vez que tenían que estar bromeando. Cuando me di cuenta de que no era así, literalmente rompí en llanto”.
Un juez fijó la fianza de Justin Carter en 500,000 dólares, lo que significa que para poder estar libre mientras espera su juicio, tiene que depositar el 10% de esa cantidad, es decir, 50,000 dólares. Su abogado, Donald H. Flanary III, dice que es más de lo que su familia puede pagar.
“Es indignante, he defendido a asesinos a quienes les fijaron una fianza de 150,000 dólares”, dijo Flanary, quien trabaja en el caso gratuitamente.
Flanary dijo a CNN que planeaba pedir a un juez que se reduzca el monto de la fianza. Dijo que la policía no encontró armas ni otros artículos que indicaran que Justin hablaba en serio, pero que “en esta época en la que vivimos, fue una especie de tormenta perfecta”.
“Las fuerzas del orden, el departamento del Sheriff, la oficina del fiscal de distrito… nadie quiere ser quien lo libere. No piensan en la persona, en el delito ni en la ausencia de delito… no quieren responsabilizarse en caso de que algo pase después”, dijo Flanary.
Una vocera del departamento de policía de Austin, donde Justin fue encarcelado al principio, dijo a CNN que hablara con la policía vecina de New Braunfels, ante una petición de los documentos de arresto de Carter. La policía de New Braunfels no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre el caso.
Mientras tanto, la gente se ha unido en línea para apoyar al adolescente encarcelado.
En una petición que se encuentra en la página web de Change.org, titulada “Liberen a Justin Carter y cambien el criterio de investigación de las leyes sobre amenazas terroristas”, se habían recabado más de 44,000 firmas digitales hasta el mediodía de este miércoles.
“Están arrestando a demasiados adolescentes, los están encarcelando y les cambian la vida para siempre a causa de las leyes antiterrorismo, y las investigaciones coartan su libertad de expresión”, se lee en la petición.
Jack Carter dice que, como padre, entiende que las autoridades estén tan alertas a las amenazas de violencia en las escuelas: “Definitivamente creo que es necesario investigar esas afirmaciones. Absolutamente (…) Pero en algún punto de la investigación tiene que intervenir el sentido común”.
CNN