El movimiento estudiantil chileno “se convierte en un actor ineludible del año electoral (2013)”, aseveró hoy aquí el presidente de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), Andrés Fielbaum.

En declaraciones a los corresponsales de la prensa extranjera, Fielbaum dijo que lo claro es que este año estará muy determinado por los comicios presidenciales de noviembre próximo y que el movimiento estudiantil “tiene que tener una voluntad de incidencia importante”.

El representante del movimiento político “Izquierda Autónoma”, advirtió que “también tenemos clarísimo de que no basta con promesas. Las promesas se las lleva el viento y a la hora de gobernar se olvidan”.

“El hecho que estemos movilizándonos va a exigir que la educación sea un tema bien central en las campañas. Vamos también a ser bien duros, bien exigentes en develar cuándo hay contradicciones entre el discurso y el hecho”, apuntó.

Indicó que los estudiantes entienden la educación “como un derecho, algo inherente a las personas y no como algo con lo que se puede hacer negocio, tenemos que seguir avanzando con el programa propio del movimiento estudiantil, profundizando nuestras demandas”.

Por su parte el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Diego Vela, subrayó que “si no estamos presentes, si no estamos generando esta expresión democrática, muchos de los cambios finalmente no llegarán”.

“Nosotros no nos vamos a detener hasta que estos cambios se generen. Y ahí nuestro rol se plantea en cómo hoy día entendemos la democracia, no solamente cada cuatro años, en las elecciones. Porque la democracia no se define solamente ahí, en las urnas”, enfatizó.

Vela apuntó que el movimiento estudiantil “se ha convertido en un movimiento que fiscaliza, que se preocupa de que se cumplan las leyes, levanta las problemáticas que se están intentando esconder”.

“Así sucedió con el lucro y con la segregación en la Educación, que la elite quiso esconder y que hoy ha sido puesto en el centro de la discusión pública, y frente a lo cual se pronuncia en apoyo a nuestras posiciones un 80 por ciento de la población”, agregó.

Indicó que los estudiantes forman parte de esos cuatro millones de jóvenes que el pasado año se incorporaron al universo electoral del país, tras la aprobación de la inscripción automática en los registros electorales y el voto voluntario.

“Hay cuatro millones de votantes más que pueden definir cualquier votación, o anular. En el fondo, dejar una constancia de que estamos en contra de lo que hoy existe, o marcar qué preferencia tenemos”.

En definitiva, dijo, Fielbaum, hay que dejar en claro desde un comienzo que “no nos va a bastar con promesas, para estar creyéndole a un candidato u a otro, sino que esas promesas tienen que estar aparejadas con hechos que le den sustancia”.

Santiago, 26 Abr (Notimex).