El gobierno de Afganistán se retractó de una propuesta para reintroducir el castigo de muerte a pedradas por cometer adulterio tras una filtración del proyecto de ley que ocasionó una polémica internacional.
El presidente Hamid Karzai dijo en una que el severo castigo, que se volvió un símbolo de la brutalidad del Talibán cuando el grupo estaba en el poder, no volverá a implementarse.
«No es correcot, el ministerio de justicia lo rechazó,» dijo Karzai.
El código penal de Afganistán se remonta hace tres décadas. El gobierno esta creando una nuevo para unificar reglas fragmentadas y cubrir delitos que se omitieron en la primera versión como el lavado de dinero y otros que ni existían en ese tiempo, como los delitos en Internet.
El ministro de justicia que preside en la reforma es un conservador que denunció los asilos para mujeres golpeadas como burdeles el año pasado.
Como parte del proceso, un comité encargado con la tarea de ver la ley sharia hizo el proyecto de ley que condenaría a adúlteros casados a la muerte horripilante y lenta y personas solteras serían azotados.
Pero tras varios días de silencio durante la protesta internacional, el ministerio de justicia dijo en una declaración que aunque haya sido propuesto el castigo de pedradas no se implementaría en la nueva legislación porque no existe necesidad de regular el tema.
El código penal del país ya abarca la ley sharia, pero algunos aspectos de castigos tradicionales nunca se han escrito en las leyes.
Grupos activistas que resaltaron el proyecto de ley advirtieron que, aunque sea buena noticia que el gobierno haya descartado la propuesta, el simple hecho de que haya surgido habla de lo frágil que ha sido el crecimiento de derechos humanos en la última década, particularmente para las mujeres.
«Claro que es un gran alivio que el gobierno parece estar dispuesto a descartar esta propuesta ahora, pero esto no es una aberración que salió de la nada,» dijo Heather Barr de Human Rights Watch.
«Tan solo es la más reciente en toda una cadena de esfuerzos para quitarle los derechos a las mujeres en el último semestre, muchos de los cuales han sido exitosos. Es tiempo de que los donadores se den cuenta de que si no hay una presión constante siendo ejercida en el gobierno de Afganistán para respetar los derechos de las mujeres, dejarán de existir por completo.»
Publicado por Othón Vélez O’Brien.