Las relaciones comerciales entre México y Alemania se dispararon al alza en los últimos años: la locomotora europea es el quinto socio comercial para México y el más importante en la Unión Europea (UE).

Se pueden identificar ahora nuevas tendencias: “Los últimos años han sido marcados por un apetito mayor de empresas mexicanas por adquirir empresas en Alemania”, destacó Erwin Feldhaus, representante de Proméxico en Alemania en entrevista con Notimex.

“La tendencia es a la alza”, reconoció el funcionario tras señalar que espera que más empresarios mexicanos establezcan bases de operación en Europa, en especial en Alemania, para mejorar sus esquemas tecnológicos, eliminar intermediarios y acercarse a los clientes finales.

Con este fin, ProMéxico creó en 2010 el “Bilateral Business Summit Series”, un foro enfocado al fortalecimiento de las relaciones comerciales y destinado a pequeñas y medianas empresas en ambos lados del Atlántico.

En 2013, el evento se realizará en la ciudad de Bratislava, Eslovaquia, del 22 al 24 de septiembre.

Entre las empresas mexicanas que ya invierten en Alemania se encuentran Cemex, que opera dos plantas de cemento y 177 plantas de concreto en ese país; Nemak, la filial de autopartes de Grupo Alfa, que opera tres plantas de manufactura. También se destacan Corporación EG, Grupo BOCAR, Metalsa, América Móvil y Villacero.

Según la Secretaría mexicana de Relaciones Exteriores, la inversión mexicana acumulada en Alemania en el periodo 2000 a 2011 ascendió a 614 mil millones de dólares.

El sector automotriz es central en las relaciones entre los dos países: en 2012, el 97 por ciento de las exportaciones mexicanas a Alemania fueron manufacturas.

Se trató principalmente de automóviles y autopartes, en particular partes de carrocería, bolsas de aire, sistemas de suspensión y sus partes.

Por otro lado, en el mismo año 99 por ciento de las importaciones mexicanas provenientes de Alemania fueron también manufacturas, principalmente autopartes.

Para entender estos datos es necesario recordar la diferencia entre comercio “puro” y comercio “intracompañía”: en el primer caso, el cliente no tiene lazos de capital con el proveedor, en el segundo las dos empresas están ligadas.

Entre México y Alemania, para el sector automotriz, tenemos precisamente el segundo caso: la presencia de productoras como Volkswagen o Daimler en el país justifican este fenómeno.

“Las empresas internacionales suelen compensar importaciones con exportaciones -ventas internas- para eliminar al máximo posible su exposición a tipos cambiarios”, explicó Feldhaus al indicar que esto es en doble vía.

Fuera del sector automotriz y farmacéutico, México exporta a Alemania productos alimenticios y orgánicos, así como bebidas como tequila, mezcal, cerveza y vino.

Por otro lado entre las exportaciones “puras” alemanas hacia México se destacan los bienes de capital: maquinaria, herramientas, etc. así como productos químicos y farmacéuticos.

Las relaciones comerciales se vinculan de manera muy estrecha a las inversiones directas. Si es cierto que aumentan las inversiones de México en Alemania, tal y como señaló Feldhaus, también se registra un aumento de las alemanas hacia México.

Entre enero de 1999 y diciembre de 2012, las empresas de origen alemán realizaron inversiones en México por seis mil 394 millones de dólares, cantidad que representa 2.1 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED) registrada en México en ese lapso.

El año 2012 fue de récord: la mayor inversión alemana de la última década ocurrió ese año, cuando -según cifras preliminares de la Secretaría de Economía- se registró una inversión total de 752 millones de dólares, destinados en su mayoría a industrias manufactureras y al comercio.

Cada vez más el comercio está siendo determinado por la inversión y la inversión se está haciendo en función del mercado, dijo Feldhaus.

De acuerdo con el funcionario, la crisis no afectó en los últimos años las relaciones comerciales entre ambos países. “Hubo una pequeña baja en el año 2009, pero desde entonces vino creciendo sostenidamente el comercio entre los dos países”, manifestó.

Detalló que existe un mayor interés de Alemania hacia México, lo que tiene que ver con una nueva estrategia de política industrial.

“En los años 90 las empresas alemanas estuvieron enfocadas hacia los mercados del centro y el este europeo; mientras que en la primera década del 2000 el enfoque fue claramente China”, sostuvo.

“En esta década estamos viendo que hay un regreso a lo que era también un enfoque hacia Latinoamérica o hacia el continente americano en general”, destacó.

En la relación comercial México-Alemania, la tendencia para el futuro será que cada vez más empresas mexicanas inviertan en Alemania, según los expertos.

El sector automotriz será tal y como ahora, clave, aunque aumentan ya las relaciones comerciales en otros sectores.

El intercambio comercial entre México y Alemania creció 149 por ciento entre 2002 y 2012, al pasar de siete mil 225 a 18 mil 005 millones de dólares, lo que representa una tasa media anual de crecimiento de 9.6 por ciento.

En el periodo 2002-2012 las exportaciones registraron un crecimiento de 288 por ciento, pasando de mil 159 a cuatro mil 497 millones de dólares, lo que representó una tasa media anual de crecimiento de 14.5 por ciento.

Por su parte, las importaciones aumentaron en 123 por ciento en el mismo arco temporal, pasando de seis mil millones 066 en 2002 a 13 mil 508 millones de dólares en 2012, con una tasa de crecimiento media anual de 8.3 por ciento.

La balanza comercial entre los dos países se inclina hacia la potencia europea: al cierre de 2012, México registró un déficit de nueve mil 011 millones de dolares en su comercio con Alemania.

Berlín, 16 May (Notimex)