Amanda Bynes ha tenido unos días difíciles —o meses, dirían algunos— tras ser arrestada por presuntamente haber arrojado una pipa con marihuana de la ventana de su apartamento en un piso 36 en Nueva York.
El sábado, la actriz de 27 años escribió en Twitter: “No crean los reportes”.
Y no se detuvo allí.
La versión de la policía de Nueva York —como fue relatada por el vocero Christopher Pisano— es que las autoridades fueron el jueves a su hogar en Manhattan después de que el administrador del edificio reportara que la actriz estaba fumando una “sustancia ilegal” en el lobby.
Bynes entró a su apartamento para el momento en que llegó la policía, pero dejó entrar a los oficiales cuando tocaron la puerta, dijo Pisano.
Una vez dentro, los oficiales notaron una pipa de agua y otros elementos de consumo de marihuana en la mesa de centro, que Bynes inmediatamente empezó a arrojar por la ventana.
Esa es la versión de la policía, pero Bynes insiste que “son mentiras”.
Su historia es que fue “acosada sexualmente por uno de los policías antier”, el mismo policía quien, escribió ella, terminó arrestándola.
Bynes dijo que abrió la ventana para que entrara “aire fresco” y no arrojó la parafernalia de las drogas, asegurando que el oficial “mintió” cuando dijo que ella había arrojado los objetos.
Luego, dijo que el oficial en su apartamento le “golpeó la vagina. Acoso sexual, gran problema”.
Al ser preguntado sobre la versión de Bynes, el vicecomisionado de la policía de Nueva York Paul Browne dijo: “Como se procede con cualquier acusación, sin importar la credibilidad o no, la Oficina de Asuntos Internos del Departamento de Policía de Nueva York lo está investigando”.
La actriz dijo más. Bynes dijo que fue esposada, “a lo que me opuse, y luego me enviaron a un hospital mental. Ofensivo”.
“El policía me acosó sexualmente, no encontraron marihuana o pipa fuera de mi ventana”, tuiteó Bynes. “Por eso el juez me dejó libre”.
La policía la acusó de manipulación de pruebas físicas, imprudencia temeraria y posesión criminal de marihuana, dijo Pisano. Bynes fue acusada con imprudencia porque la parafernalia podría haber golpeado a alguien en la calle. Según reportes de prensa, ella compareció ante la corte el viernes y fue puesta en libertad hasta su siguiente cita en julio.
El suceso de esta semana es el más reciente de los líos de Bynes con la ley.
Tiene un caso de conducción en estado de embriaguez en el sur de California, mientras que un par de incidentes de choques automovilísticos que fueron descartados el año pasado. Este mes, la actriz fue sentenciada a tres años de libertad condicional por conducir con una licencia expirada.
Además, su imagen pulcra —como adolescente que llegó al estrellado en el programa de Nickelodeon “The Amanda Show”— se ha desvanecido. Después del programa, Bynes protagonizó junto a Jennie Garth en la comedia “What I like About You”. Luego participó en varias películas como Easy A y Hairspray.
CNN
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