Sonará raro, pero el mineral que más abunda en el planeta apenas fue nombrado la semana pasada, gracias a un meteorito que cayó hace un siglo.

Lo primero que deberías saber al respecto es que aparte de la foto en este artículo, nunca has visto la bridgmanita. Este mineral que antes se conocía como silicato perovskita sólo existe en altas temperaturas y bajo mucha presión en el manto de la Tierra donde ningún humano ni taladro se atreven a viajar, aproximadamente entre unos 650 km – 2,800 km debajo de la superficie.

Aunque modelos y pruebas hayan indicado la existencia de este mineral, científicos nunca habían podido observar ni caracterizar la estructura de la bridgmanita.

Un equipo de mineralogistas decidieron estudiar el meteorito de Tenham que aterrizó en Queensland en Australia en 1879. Específicamente estuvieron viendo las partes derretidas por impactos de colisiones que tuvo antes de caer sobre nuestro planeta. Usando rayos X poderosos, los científicos caracterizaron la composición molecular del mineral.

Pero aún así, si ya sabíamos de su existencia, ¿por qué no le habíamos puesto nombre? Termina que la Asosiación Internacional de Mineralogía sólo permite nombrar minerales cuando sean conocidas sus estructuras.

Así que por fin lo tenemos: brigdmanita.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.