Mediante la aplicación de factores de regeneración tisular en sangre, tomada del propio paciente, el IMSS en Jalisco logró resultados extraordinarios en el tratamiento del pie diabético, informaron especialistas.

El médico Paulo López Guillén, quien encabeza el Hospital de Infectología “Juan I. Menchaca” del citado organismo, dijo que este innovador tratamiento consigue recuperar rápidamente el tejido que el paciente pierde como consecuencia del llamado pie diabético.

El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) explicó que esta condición se produce tras infectarse heridas en dicha extremidad, que por efecto de bacterias causan destrucción y muerte del tejido (gangrena).

Indicó que el pie diabético, pese a no ser tan común como la retinopatía, constituye una de las complicaciones más desgastantes física y anímicamente para el paciente.

“No conozco a ninguna persona, sobre todo de la tercera edad, que logre sobrevivir más de un año tras una amputación por pie diabético; les causa un estado de depresión del cual no se recuperan e interfiere en el efecto del o los tratamientos que reciben”, dijo.

López Guillén señaló que el pie diabético aparece en el 20 a 30 por ciento de los pacientes con dicha enfermedad metabólica, que logra avanzar debido a que los niveles elevados de glucosa tienen un efecto corrosivo sobre la cubierta de las redes tanto nerviosas como arteriovenosas.

Respecto al tratamiento que aplican actualmente en el Hospital de Infectología, el médico detalló que se basa en el principio de regeneración tisular y endotelial propio de las plaquetas, células contenidas en la sangre encargadas de la coagulación y la cicatrización.

Así, dijo, cuando el paciente llega con pie diabético, se procede de inicio al control de la infección con procesos muy específicos que incluyen antibióticos y agua hiperoxigenada.

Posteriormente se toma su propia sangre para cultivarla y someterla a factores de aceleración de la regeneración tisular y en aproximadamente una semana se logra el crecimiento de tres centímetros del tejido.

El tejido que se obtiene se somete a otro proceso para darle una consistencia tipo gel que se aplica sobre la lesión para ir regenerándola y evitar con ello la necesidad de amputar la extremidad, apuntó.