El mercado de teléfonos inteligentes de Apple ha madurado tras dominar en los últimos siete años y cada vez es menos difícil diferenciar un iPhone de la competencia. Apple ahora mira hacia arriba a la competencia. Ha cedido la corona del mercado del software a la plataforma Android de Google y el de hardware a Samsung.
Como resultado, Apple ha pasado gran parte de 2013 recibiendo “golpes” en el mercado de valores por parte de sus mayores detractores por la falta de innovación en los últimos años.
Esto ha llevado a algunos a sugerir que Apple tiene que repensar su estrategia anual para el smartphone, ya que no querrá sufrir la misma suerte que BlackBerry. Dicen que Apple tiene que tomar el ejemplo de Samsung y ofrecer teléfonos móviles pequeños y grandes, dispositivos económicos y aparatos resistentes.
Eso sería un error, Apple no necesita copiar a Samsung.
Prácticamente todas las decisiones estratégicas que Samsung ha realizado en los últimos tres años contradicen lo que ha hecho tan popular al iPhone.
Diseño: Cuando se trata de diseño, Apple sin duda marca la pauta que cada empresa ha perseguido durante los últimos 10 años. No encontrarás otro teléfono inteligente que combine la delgadez, ligereza y atractivo como el iPhone.
Samsung es abiertamente ambivalente sobre el diseño. No importa mucho la forma o material, por lo menos no lo suficiente como para invertir tiempo y dinero en la solución de problemas de diseño como Apple lo hace. El plástico es barato y duradero, y para Samsung, es lo suficientemente bueno.
Desarrolladores: Una de las mayores fortalezas de Apple ha sido el ecosistema de las aplicaciones y la comunidad de los desarrolladores. Pero seguir la estrategia de productos de Samsung, y ofrecer decenas de teléfonos con hardware diferentes y distintos tamaños de pantalla, significaría renunciar a una razón clave por la que los desarrolladores se reúnen para el iOS (sistema operativo)- es fácil trabajarlo.
Hasta la fecha, se han realizado un total de seis versiones de iPhones. Sus procesadores prácticamente no han cambiado y Apple ha mejorado la resolución de pantalla solo en dos ocasiones. Eso hace que el proceso de desarrollo y pruebas en iOS sean bastantes sencillas para los desarroladores de las aplicaciones. Pregúntale a cualquier desarrollador acerca de su experiencia en Android y te contará que es una pesadilla.
Si Apple persiguiera las estrategias de Samsung correría el riesgo de perder la oportunidad de conseguir las mejores y más innovadoras aplicaciones de primera mano. Apple absolutamente no puede permitirse eso.
Consumidores: la estrategia de Apple ha hecho la experiencia de compra de iPhone a prueba de idiotas. Está disponible en casi todas las empresas de Estados Unidos y vende tres versiones: bueno (iPhone 4), mejor (iPhone 4S) y mucho mejor (iPhone 5).
En este punto hay personas a las que les gusta el iPhone y otras a las que no les agrada. A diferencia de Samsung, que cuenta con decenas de competidores que usan sistema Android, Apple no tiene rivales que hagan smartphones con sistema operativo iOS. Eso significa que Apple no tiene que complacer a los consumidores de la misma manera.
Mientras que un cierto nivel de calidad se cumple, una significativa base de consumidores siempre estará ahí.
Claro, veremos un menor costo del iPhone para septiembre. Eventualmente podríamos ver un iPhone más grande como respuesta a un cambio natural en la demanda de los consumidores.
Lo que no vamos a ver es una familia completa de iPhones que tratan de atender a todos los campos de consumo que hay.
CNN