
Apps de terapia: ¿herramienta real o solo un chatbot con buena interfaz?
Las apps de terapia no son nuevas. Ya existían antes de la pandemia, pero fue durante la cuarentena cuando empezaron a anunciarse con fuerza. Y aunque el confinamiento ya pasó, estas plataformas siguen más presentes que nunca… con sus pros y sus contras.
Pueden ser un buen punto de entrada para buscar ayuda profesional desde tu celular, pero también es cierto que no todas las apps de salud mental son confiables o efectivas. Entonces, ¿vale la pena usarlas?
Conveniencia sí, pero ¿a qué costo?
Hay que reconocerlo: las apps de terapia ofrecen un nivel de comodidad difícil de igualar. Puedes chatear con un terapeuta desde la cama, agendar sin hablar por teléfono y tener acceso constante a tu historial emocional. Pero también hay una cara menos bonita.
Como explica la Dra. Lynn Bufka, psicóloga y directora de práctica en la American Psychological Association, no siempre es claro qué tan capacitado está el terapeuta que te asignan o cuántas consultas lleva en un día. Algunas plataformas ni siquiera conectan con un ser humano: todo lo que ves puede ser un chatbot que da respuestas automatizadas.
Y eso sin contar los casos en los que algunas apps han sido demandadas por compartir tus datos con terceros o por recetar medicamentos sin control médico. Sí, así de grave.
No todo es fraude, pero sí exige investigación
Eso no significa que todas las apps de terapia sean peligrosas o fraudulentas. Pero, como señala la psicóloga Natalia Macrynikola, investigadora en Harvard Medical School, la responsabilidad de hacer una búsqueda más profunda recae en nosotras como usuarias.
Una herramienta que puede ayudarte a elegir mejor es MindApps.org, una base de datos creada por el equipo de psiquiatría digital de Harvard en conjunto con la American Psychiatric Association. Evalúan la calidad, seguridad y privacidad de diferentes apps, para que puedas filtrar según lo que necesitas: desde si tienen terapeutas en vivo hasta qué tanto respetan tus datos.
Lo que sí pueden ofrecer… y lo que no
Las apps suelen ser más accesibles económicamente, pero eso también significa que las y los terapeutas ganan menos. ¿Eso afecta la calidad de la atención? No necesariamente. Según Macrynikola, la mayoría sigue ejerciendo de manera ética, aunque estén trabajando más de lo ideal.
Pero también enfatiza algo importante: una app no hace magia por sí sola. “El cambio ocurre cuando no solo entendemos cómo reaccionamos a las situaciones difíciles, sino cuando practicamos nuevas formas de pensar, actuar y relacionarnos con nuestras emociones”, dice.
Entonces, ¿vale la pena usarlas?
Si estás empezando a explorar la idea de ir a terapia, estas apps pueden ser una puerta de entrada útil. Puedes usarlas para encontrar a alguien con quien conectar y después pasar a sesiones más formales. O simplemente como apoyo entre sesiones presenciales.
Eso sí, si algo no te vibra bien, si no sientes progreso o si tu terapeuta de app te parece genérico, no tengas miedo de cambiar. Aquí te dejamos también una nota sobre cómo terminar con tu terapeuta de la forma correcta, porque sí, eso también se vale.
Y si te interesa cuidar tu salud mental desde un enfoque digital más amplio, puedes leer también nuestra nota sobre el detox digital y por qué no siempre es la solución.
Publicado por Redacción.