Es muy común dejar el auto estacionado bajo el sol y sentir que entras a un horno cuando te vuelves a subir. Y porque entrar a un coche con esa temperatura no sólo es incómodo, sino peligroso, lo ideal es sacar el aire caliente del vehículo.
Para lograrlo sin el uso de aire acondicionado, un profesor japonés inventó un sencillo método que permite bajar hasta diez grados la temperatura del coche.
Primero, baja la ventana de uno de los lados y deja la puerta cerrada; después, abre y cierra cinco veces, de manera rápida y contundente la puerta del lado contrario. Con eso crearás una diferencia de presión que fuerce la entrada del aire del exterior a través de la ventana abierta y hacia el interior del vehículo, expulsando así el aire caliente acumulado.
¡Buena idea!